Agentes de la Unidad Antidroga de la Policía Municipal de Bilbao han desmantelado una vivienda del barrio de Begoña, que había sido totalmente acondicionada para el cultivo de marihuana de manera intensiva y con el objetivo de producir grandes cantidades de droga para la venta. En dicha operación, han sido detenidos dos varones, J.G.V. de 29 años y J.E.C.R. de 19 años, y se han decomisado un total de 168 plantas, más de 10 kilogramos de marihuana.

Según ha informado la guardia local, la investigación se inició a raíz de la denuncia por parte de la comunidad de vecinos del inmueble, que se quejaban de un fuerte e intenso olor a marihuana que se extendía por todo el edificio y sus alrededores. Algunos de los vecinos, entre ellos menores de edad, habían llegado incluso a sufrir cefaleas, mareos y vómitos.

Los agentes de la Unidad Antidroga se desplazaron al lugar pudiendo comprobar que el olor emanaba de una de las viviendas del primer piso. La policía montó un dispositivo de vigilancia gracias al cual se pudo detectar que dos varones que acudían con regularidad a la vivienda para cuidar de la plantación de marihuana.

Los agentes comprobaron cómo después de cada visita al inmueble, estos dos individuos se desplazaban con la droga hasta el Casco Viejo y la Plaza Kirikiño, donde efectuaban la venta.

El pasado miércoles, los agentes de la Unidad de Drogas interceptaron a los dos varones cuando salían de la vivienda, ocupándoles pequeñas cantidades de marihuana para la venta a terceros, así como dos cigarros de marihuana preparados para su consumo inmediato.

Vivienda reconvertida en laboratorio

En el registro de la vivienda, los agentes ocuparon 168 plantas de marihuana, algunas de ellas colgadas para su secado, además de todos los útiles necesarios para su manipulación. También se contabilizaron 220 maceteros de gran tamaño, así como sacos de tierra, fertilizantes, abonos, etc., preparados para el cultivo de marihuana. La marihuana ocupada en la vivienda sobrepasaba los 10 kilos.

La vivienda en régimen de alquiler, por la que los detenidos pagaban 800 euros mensuales, había sido transformada por completo en un laboratorio, para la producción intensiva de marihuana y a gran escala, precintando y aislando todas las ventanas e incluso el balcón, forrando suelos y techos con fibras reflectantes y realizado una instalación eléctrica industrial con focos, extractores, calentadores, tomas de aire y humidificadores.

Con la infraestructura montada, se podían obtener al menos cuatro cosechas anuales de unos 15 kilogramos cada una. Los detenidos tenían numerosos antecedentes policiales y judiciales por diferentes delitos en Bilbao en los cinco años que llevaban viviendo en la Villa. Ninguno de los dos detenidos desarrollaba otro tipo de trabajo que no fuese el cultivo de marihuana. Ambos fueron presentados ante el Juez de Guardia, quedando la vivienda precintada.