La única canción que no fue censurada fue "(I Can't Get No) Satisfaction", tema sobre frustración sexual escrita hace 41 años.En "Start Me Up", los editores de ABC silenciaron una palabra, una referencia a la inclinación sexual de una mujer por un hombre muerto.

El tema "Rough Justice" incluyó un sinónimo de gallo que la cadena también consideró censurable, en definitiva que los Rolling Stones estuvieron en su versión "descafeinada".

ABC fue la primera en imponer un retraso de cinco segundos en la transmisión del Super Bowl, aunque dijo que la censura a la presentación de los Stones fue hecha por la NFL y sus productores.

Esto sin duda es una reacción al escándalo de hace dos años, cuando se mostró al aire durante escasos segundos el seno de la cantante Janet Jackson.

Jagger y su lengua

Jagger, de 62 años, aún tiene una fuerza escénica natural al cantar y bailar a través del escenario colocado en el centro del Ford Field y con forma de lengua, que simboliza al popular cantante.

La actuación de la banda pareció irregular y poco inspirada porque entre otras cosas parecía como que estaban entrando en calor en su primera canción, "Start Me Up", y en un concierto de tres temas uno no se puede dar esos lujos.   Los Stones eligieron tres canciones fuertes, incluyendo la mejor de su reciente álbum y uno de sus éxitos más sonados. "

Ese fue mejor y más energético esfuerzo y acabó con Jagger tirando un beso al público. Pero contrario a la presentación de U2 hace cuatro años en el Super Bowl, el concierto de los Stones no fue un ejemplo de una banda triunfadora creciéndose ante la majestuosidad del evento.

Antes de la actuación de los Rolling Stones, la leyenda del "Motown" Stevie Wonder cantó un popurrí de sus éxitos con la ayuda de John Legend y Joss Stone, que resultó de poca calidad ante la mala producción que tuvo el espectáculo previo al partido.

El himno nacional que cantó Aaron Neville y Dr.John, en un homenaje a la dañada Nueva Orleans por el huracán Katrina, junto con Aretha Franklin, tampoco resultó lo más brillante de la jornada.

Neville cantó la mitad del himno, luego no se le escuchó pues Franklin voló el techo con su poderosa voz, pero tanto a los seguidores de los Acereros como a los de los Halcones Marinos, que llevaban ya varias horas en el campo tomando sus cervezas, no les afectó para nada porque lo único que querían era que diese comienzo la acción deportiva.

        NOTICIAS RELACIONADAS