UGT ha aprovechado el incremento del IPC hasta el 2,3% en octubre para demandar una mejora del poder adquisitivo de los salarios y de las pensiones, y ha argumentado que ello permitirá incentivar el consumo y la actividad económica.

En un comunicado, el sindicato liderado por Cándido Méndez demanda una política económica "diferente" para salir del "atolladero" del previsible crecimiento continuado de los precios, el estancamiento económico y la persistencia de las altas tasas de desempleo.

UGT considera "prioritario" el desbloqueo de la negociación colectiva, el cumplimiento de los compromisos salariales suscritos por los interlocutores sociales y garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores que perciben el salario mínimo interprofesional, que, concreta, debería alcanzar los 800 euros mensuales en 2012.

Finalmente, el sindicato califica de "intolerable" la congelación del indicador público de renta de efectos múltiples (Iprem) en 2011, puesto que castigará a las rentas más bajas.