Las deficiencias del conservatorio han provocado que muchas de las alumnas acaben las clases en urgencias, tal y como relató ayer Cristina. «Una compañera clavó el tacón en un agujero del suelo y se ha roto el menisco», dijo Cristina. A estas deficiencias se añaden «los cristales y astillas que debemos sortear diariamente para no clavárnoslo».

Otros de los problemas que provocan las lesiones en las bailarinas son las bajas temperaturas de las aulas. El centro no tiene calefacción y las estufas que se llevan las propias alumnas hacen que salten los plomos de un edificio demasiado obsoleto. Tampoco tienen agua caliente en las duchas ni barras firmes para poder hacer los ejercicios.