De esta forma se modifica una tendencia que no paraba de subir en los últimos cinco años.

De hecho hay que remontarse hasta 1999 -en que hubo un descenso del 1,2%- para apreciar un descenso en estas estadísticas.

El efecto “buenos propósitos”

No obstante, la disminución del consumo de tabaco fue mayor en los primeros meses del pasado año, en los que se llegó a alcanzar una caída interanual superior al 6%, y en el último cuatrimestre se recuperó debido al lanzamiento por parte de la industria tabaquera de marcas de cigarrillos a bajo coste, algunas de ellas incluso a mitad de precio que las habituales.

Mayor recaudación

En el conjunto de 2005, según los datos del Comisionado (dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda) se vendieron 4.634,97 millones de cajetillas de 20 cigarrillos en la Península y Baleares, que supusieron una recaudación de 10.243,64 millones de euros, un 1,5% más que en 2004.

Asimismo, las ventas de cigarros (puros) ascendieron a 1.118,94 millones de unidades (457,23 millones de euros), y las de tabaco de liar y de pipa sumaron 58,36 millones y 2,45 millones de bolsas o latas (182,52 millones y 8,1 millones de euros, respectivamente). Por comunidades autonómas, las ventas de cigarrillos aumentaron en País Vasco (+5,2%), Navarra (+4,4%), Cataluña (+2,7%), Castilla-La Mancha y Murcia (+0,1%). En el resto disminuyeron, con Castilla y León a la cabeza (-1,3%), seguida de La Rioja (-4,2%), Madrid (-4%), Asturias (-3,3%), Cantabria (-3,2%), Aragón (-2,6%), Galicia (-2,3%), Extremadura (-2,2%), Baleares (-1,9%), Andalucía (-1%) y Comunidad Valenciana (-0,8%).

El negocio, amenazado

Unos 400 estanqueros de la Comunidad de Madrid solicitarán al Ministerio de Hacienda que adopte las medidas oportunas que garanticen sus ingresos "aunque éstas tengan que pasar por compensaciones individuales por las pérdidas o por una regulación más rígida para las empresas proveedoras".

En un comunicado, los estanqueros, que se reunieron ayer para analizar la decisión de la distribuidora Philip Morris de reducir el precio de sus marcas, calificaron esta medida de "caprichosa y arbitraria" y la consideraron "otro puntapié a sus intereses".

Agregaron que con esta decisión se ha comenzado una "guerra cuyo fin es impredecible pero que generará dificultades al sector de los estancos, que ya empezaban a estar afectados por la entrada en vigor de la Ley Anti-tabaco y la reducción del consumo que ésta ha generado".

En la reunión, los estanqueros decidieron además mantener la paralización de la venta de los productos de la empresa norteamericana de forma indefinida.

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