Barra libre para la cultura

La cultura a veces se ve como un mundo inaccesible.
«Si quieres hacer algo, no escuches a la gente», dice Martín.
«Si quieres hacer algo, no escuches a la gente», dice Martín.
Martín Mesa
«Si quieres hacer algo, no escuches a la gente», dice Martín.
Evidentemente, las puertas suelen estar cerradas. Lo que hay que hacer entonces es darle una patada a la puerta y abrirla». Esto lo dice Martín Moniche, que puede tener pinta de cualquier cosa menos de ir por ahí dando patadas a diestro y siniestro.Tiene 28 años. Y aunque su aspecto aniñado le permitiría mentir con la edad y con las intenciones, a este periodista enfrascado en un doctorado sobre Difusión y Gestión de Organizaciones Culturales no le da ninguna vergüenza decir que quiere poner patas arriba el panorama cultureta malagueño y que invita a unirse a él a todos los creadores y creadoras y a una parte de la ciudadanía.

De esa parte que no se siente concernida por las actividades culturales que actualmente se ofrecen en la provincia.

Esta revolución tiene como cuartel general el Ateneo de Málaga, institución que sirvió de vivero a los artistas de los años sesenta y setenta pero que, como todo lo vivo, languidecía con los años. Hasta que Martín y su pandilla llegaron y se inventaron el Neoateneo (neoateneo@hotmail.com), que mezcla cultura con fiesta, encuentro, desenfado y desprejuicio celebrando a autores malditos como Pasolini o dando cancha a jóvenes músicos que han empezado haciendo ruidos en casa con el ordenador.

Reconocimiento

Neoateneo ha recibido el premio Asociación Joven 2005 de la Junta de Andalucía. Los mayores aplauden. Y ellos, a lo suyo: Noche japonesa. Moda. Un periódico imposible. Veladas científicas. Martín no deja de inventar proyectos. «Ahora estamos preparando la nueva web, pero quien tenga ideas, que venga y se las curre», invita. Barra libre para la cultura.

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