Agentes de Policía Nacional de Gijón de la Comisaría del Coto han procedido a la detención de un varón de 40 años como presunto autor de usurpación de personalidad, falsedad y estafa. Según la Policía, el hombre robaba documentación de los buzones y daba de alta líneas telefónicas.

Los investigadores iniciaron las pesquisas por la denuncia a primeros de este mes de un gijonés que había recibido una factura de una compañía telefónica que le reclamaba el pago por el consumo de varias líneas de telefonía móvil por un importe de unos 500 euros de la que desconocía su existencia y que él no había contratado.

Una vez hechas las comprobaciones en su círculo próximo sobre el presunto responsable de esta contratación fraudulenta, se pudo averiguar que la persona responsable era un antiguo empleado de su negocio de hostelería.

Determinada la autoría de esta contratación y efectuando un seguimiento del presunto responsable, se consiguió saber que esta misma operativa la venía efectuando desde hacía más de tres años.

Durante este tiempo, recopilaba datos personales de los buzones- facturas de servicios públicos, de tiendas o recibos de cuentas bancarias - , papeleras o cajeros automáticos donde constasen las filiaciones de las personas y números de cuentas bancarias. Los últimos números de las cuentas que van tapados por seguridad quedaban a la imaginación del usurpador.

Con la información recabada activaba líneas de telefonía móvil a nombre de diferentes varones asociando la filiación con la cuenta y un terminal que conseguía de manera gratuita.

Cuando tras el primer recibo la Compañía se percataba de la inexistencia de la cuenta y por tanto de la imposibilidad de efectuar el cobro de los recibos, daba de baja la línea de forma inmediata, habiendo conseguido el autor un mes de consumo gratis y un terminal telefónico. Con esta artimaña había dado de alta veintitrés líneas de telefonía a nombre de otros tanto usuarios.

La Policía sigue investigando para determinar la posible existencia de más contrataciones e informar a las víctimas de la usurpación de su personalidad, dado que una gran mayoría de estas personas cuya personalidad ha sido suplantada desconocen esta circunstancia.