El fiscal de la Audiencia de Alicante solicita penas que suman 11 años y ocho meses de cárcel para un hombre al que acusa de haber propinado una "brutal" paliza a su compañera sentimental, a quien, supuestamente, también golpeó en la vagina y le mordió en la nariz y en los brazos.

Según la calificación provisional de la acusación pública, la víctima de la agresión permaneció seis días ingresada en un hospital a consecuencia de las graves lesiones, de las que tardó en curar 174 días, y presenta secuelas.

La fiscalía sostiene que, en varias ocasiones, la mujer ya había sido objeto de agresiones similares por parte del acusado con anterioridad a los hechos que se le imputan y expone que no presentó denuncia alguna por malos tratos debido "al sometimiento y miedo" que sentía hacia él y "al temor" a posibles represalias.

El juicio por esta causa se celebrará el próximo martes en la sección primera de la Audiencia de Alicante y el acusado se halla en la actualidad en prisión provisional por este caso de violencia machista. Los hechos, según el fiscal, ocurrieron el 27 de agosto de 2009 en la vivienda que compartía la pareja, en la localidad alicantina de El Verger.

Ese día, la mujer llegó a la casa tras terminar su jornada laboral donde se encontraba el presunto agresor, quien inició una discusión "motivada por los celos" y le dio varios puñetazos en la cara, tras lo cual, enfurecido, se marchó de la vivienda, de acuerdo con las conclusiones provisionales de la fiscalía.

Transcurridas unas tres horas aproximadamente, regresó al domicilio, cuando su compañera sentimental estaba acostada en la cama, se colocó encima de ella y la inmovilizó para golpearla nuevamente.

La acusación pública detalla que le propinó "fuertes golpes" en diferentes partes del cuerpo e, incluso, "mordiscos en la nariz y en los brazos", además de agarrarla del cuello. También le dio varios puñetazos en la vagina "con tal fuerza" que la mujer le suplicó que dejara de golpearla porque "estaba sangrando", a pesar de lo cual el acusado hizo "oídos sordos" y "siguió" agrediéndola "con más ímpetu", según el fiscal.

La agredida, aprovechando un momento en que su pareja fue al cuarto de baño, consiguió liberarse y se refugió, en busca de auxilio, en la habitación contigua donde estaban unos compañeros de piso.

Ya en prisión provisional por estos hechos, el acusado recibió en septiembre de 2009 la visita de unos amigos a quienes les dijo, con ánimo de intimidar a la mujer, que pensaba matarla cuando saliera de la cárcel, se afirma en las conclusiones provisionales de la fiscalía. Al enterarse de ello, la víctima de la agresión se sintió atemorizada e interpuso una denuncia contra él por amenazas un mes después.