El Palacio de la Audiencia de Soria acoge hasta el 15 de octubre la exposición Piel de Hilo de Joanna Forns

La Sala B del Centro Cultural Palacio de la Audiencia acogerá desde hoy y hasta el próximo 15 de octubre la exposición de la peruana Joanna Forns que propone un diálogo entre distintas técnicas (dibujo, pintura, bordado) a través de la investigación antropológica (talleres con colectivos como niños y ancianas).
Nota De Prensa Inauguración Exposición Piel De Hilo
Nota De Prensa Inauguración Exposición Piel De Hilo
EP/AYTO-SORIA
Nota De Prensa Inauguración Exposición Piel De Hilo

La Sala B del Centro Cultural Palacio de la Audiencia acogerá desde hoy y hasta el próximo 15 de octubre la exposición de la peruana Joanna Forns que propone un diálogo entre distintas técnicas (dibujo, pintura, bordado) a través de la investigación antropológica (talleres con colectivos como niños y ancianas).

Según ha explicado el Ayuntamiento de Soria en un comunicado recogido por Europa Press, las obras de Piel de hilo emplean la técnica en función de lo expresivo. Así, cada tela, dibujo o cerámica proponen una emoción a través de un personaje, cada pieza plasma un sentimiento, un fragmento de su historia, "quizá un secreto".

La propuesta de Joanna Forns, en un plano externo, se inscribe en la "venerable tradición" de las hijas de Ariadna y Penélope, de las artesanas de los textiles precolombinos, de las obreras del Arts & Crafts Movement y de las modistas de las máquinas Singer. La estrategia profunda, no obstante, se basa en el reto al espectador y a sus concepciones sobre la identidad de género. Las piezas manifiestan, además, una dificultad añadida, una sutiliza a la vez radical y sugerente: el trazo blanco sobre el espacio en blanco.

De este modo, la "laboriosa" repetición del bordado -hoy prácticamente suplantada por la decoración industrial- regresa del pasado y abre sus poderes curativos, liberando las historias secretas, los amores perdidos y los sueños pospuestos; creando, finalmente, otro estado anímico, otra aura, otro tiempo -el de la camaradería, la complicidad y las ilusiones- alejado tanto de la belleza sublime como de discursos específicos o afanes épicos.

Las mismas fuentes han explicado que en los bordados de Piel de hilo se celebra una feminidad que se resiste a ser poseída por la mirada habitual, apelando a otra belleza, más allá de las convenciones y sus exigencias de perfección o armonía.

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