El Govern cuenta desde esta mañana con las llaves del nuevo Hospital de Son Espases, entregadas por la empresa concesionaria, tras haber finalizado las obras tres años después de iniciarse en el 2007 y, por ello, el conseller de Salud y Consumo, Vicens Thomàs, ha afirmado que hoy es un día "de alegría y para estar contentos", al tiempo que ha subrayado que no ha hecho "ninguna traición" a los votantes del PSIB ni a nadie, tras haber adoptado la decisión de continuar construyendo esta infraestructura, a pesar de oponerse a este proyecto antes de las pasadas elecciones autonómicas.

Así, estas declaraciones se han producido el mismo día en el que a la entrada del nuevo Hospital, se había concentrado una treintena de personas pertenecientes a 15 entidades, sindicatos y asociaciones, que han denunciado las "promesas incumplidas" por parte del Govern de no construir al lado del Monasterio de La Real, así como la "destrucción y la degradación" del entorno que ha supuesto su ubicación y la "nula transparencia administrativa" con la que se ha llevado a cabo la concesión de las obras.

"Trabajé mucho con millones de ciudadanos de este país para que hubiera libertad de expresión y esta concentración es una muestra abierta de ello", se ha limitado a asegurar Thomàs, quien ha insistido en que "hoy es un día para celebrar y no para hablar de determinadas cosas".

En similares términos se ha expresado el presidente del Govern, Francesc Antich, quien ha remarcado que el Ejecutivo ha "mejorado de forma muy importante el proyecto que había inicialmente", con el fin de "corregir muchas carencias que tenía el proyecto".

Antich ha insistido en que el Govern adoptó la decisión de continuar con las obras, con el objetivo de "no retrasar más" el hecho de que los ciudadanos pudieran contar con una infraestructura sanitaria, que será el hospital de referencia de Baleares. Además, ha añadido que en materia patrimonial y paisajística, se ha hecho un trabajo "extraordinario" para evitar que las zonas ubicadas junto al hospital alberguen más construcciones, por lo que "hay un cambio muy grande respecto al proyecto inicial".

Así, pese a que, en un principio, los socialistas se mostraban contrarios a este proyecto, impulsado por el anterior Govern de Jaume Matas, finalmente, decidieron continuar con este proyecto, debido al elevado coste que hubiera supuesto paralizar las obras, con las consiguientes indemnizaciones, al tiempo que se hubiera retrasado durante varios años la construcción de un nuevo hospital de referencia en Baleares.

De este modo, el Ejecutivo de Francesc Antich determinó continuar con las obras en octubre de 2007, después de que las paralizara en agosto de ese año, con el fin de adoptar una decisión, en base a un estudio. No obstante, modificó todo el proyecto, para que no afectara al Monasterio de La Real y con el objetivo de lograr que fuese un hospital accesible.

Recuerdo "muy especial" para matas

Por su parte, la ex-consellera de Salud y parlamentaria del PP Aina Castillo ha tenido un recuerdo "muy especial" para el ex-presidente del Govern en la pasada legislatura, Jaume Matas, ya que "gracias a su impulso, hizo posible que hoy sea una realidad este nuevo hospital".

"Pese a que es el hospital de todos los ciudadanos, es verdad que mucha gente del PP ha dejado parte de su esfuerzo y corazón en él", ha recalcado, a la vez que ha criticado que todavía no ha podido valorar los cambios introducidos por el Govern respecto al proyecto inicial, que suponen "un 30 por ciento de sobrecoste sobre el presupuesto de la obra", debido a que el Ejecutivo "no nos ha trasladado el contrato".

Castillo ha dicho que "hoy es un día de celebración", pero ha advertido de que no se quedará "callada", ya que, es "muy importante saber cómo se está empleando el dinero público de la sanidad, sobre todo, cuando falta para temas básicos, como las listas de espera o las condiciones de los profesionales sanitarios".

Por su parte, Thomàs ha replicado que "no hay ninguna duda" sobre el coste que ha tenido el hospital, dado que "todo está muy claro" y, en este sentido, ha detallado que el coste del edificio asciende a 230 millones de euros, a los que hay que añadir 85 millones para los equipamientos tecnológicos y el dinero que se destine a la gestión que se haga en este hospital y que ya se realiza en Son Dureta.

Concretamente, el coste del metro cuadrado con las modificaciones introducidas es de 1.365,12 euros, mucho más bajo que los 4.741,36 euros del Hospital de Formentera; los 1.810,96 del Hospital de Inca y los 1.730,01 del Hospital Mateu Orfila de Menorca.

Modificaciones del proyecto inicial

Las principales modificaciones se realizaron, después de que el Govern comprobara que el proyecto inicial no cumplía la legislación en materia de accesibilidad ni del Código Técnico de la Edificación, mientras que dentro del ámbito asistencial, estaba "obsoleto, era deficitario y muy incompleto", según informó en su día el conseller de Salud.

En esta misma línea, tampoco se había respetado el patrimonio cultural en cuanto a la excavación y catalogación de los hallazgos arqueológicos que estaban en el solar donde se ha edificado el centro.

Por este motivo, además de adecuar el proyecto a la normativa en materia de accesibilidad, seguridad y respeto medioambiental de las instalaciones, también el Govern, introdujo 61.000 metros cuadrados de mejoras asistenciales que comportan nuevos servicios y la tecnología sanitaria más puntera.

Entre estas mejoras asistenciales, destacan la potenciación de la actividad quirúrgica, al pasar de 21 a 26 quirófanos; incide en las curas críticas y en las urgencias (se multiplica por cinco el espacio de urgencias respecto a Son Dureta); aumenta la seguridad de los pacientes; incorpora nuevas unidades para la cura de enfermos que sufren las nuevas patologías de este siglo (trastornos alimentarios, psiquiatría infantil y juvenil, entre otras).

En cuanto a la hospitalización, aumenta el confort y la intimidad de los pacientes al contar con el 60 por ciento de las habitaciones individuales.

Mientras tanto, se ha creado una unidad de patología infecciosa con tres habitaciones de presión negativa y climatización independiente, convertible en área asistencial de aislamiento de máxima seguridad frente a emergencias biológicas.

Además, se ha establecido una reserva de espacio para investigación biomédica de 2.400 metros cuadrados y se ha incluido una nueva Unidad de Reproducción Humana y Fecundación in vitro, que cuenta con una nueva sala de operaciones, una zona de criopreservación y una nueva zona de laboratorios. PLAZOS

Está previsto que tras la recepción de este domingo, los servicios administrativos del nuevo hospital comiencen a funcionar el 25 de octubre, mientras que la actividad ambulatoria y extractiva empezará a operar durante la segunda quincena de noviembre.

Por su parte, entre el 6 y el 8 de diciembre se trasladarán unos 300 pacientes del Hospital Son Dureta a Son Espases, mientras que el 9 de diciembre comenzará a operar el servicio de Urgencias.

Finalmente, durante la segunda quincena de enero de 2011, empezarán a estar operativos el resto de servicios que necesitan una certificación técnica y de seguridad o que están pendientes de licencias que no están relacionadas con la administración sanitaria.

Previamente a la puesta en marcha del Hospital, el Govern está pendiente de que el Consell de Mallorca finalice las obras de acceso a esta infraestructura, algo que, según ha informado el conseller de Salud, está previsto que suceda a finales del mes de noviembre y, en este sentido, ha dicho que no tiene "ninguna duda" de que se cumplirá este plazo.