El joven quemado a lo bonzo con un 85% del cuerpo dañado deja la UCI y ya respira de forma natural

El joven de 23 años de edad que se quemó a lo bonzo el pasado día 11 de septiembre en las puertas de los juzgados de guardia del Prado de San Sebastián en Sevilla capital, a consecuencia de lo cual quedó con un 85 por ciento de la superficie corporal quemada, ha abandonado la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío donde permanecía ingresado y ya respira de forma natural tras habérsele retirado la ventilación asistida de la que precisaba por las graves heridas sufridas.

El joven de 23 años de edad que se quemó a lo bonzo el pasado día 11 de septiembre en las puertas de los juzgados de guardia del Prado de San Sebastián en Sevilla capital, a consecuencia de lo cual quedó con un 85 por ciento de la superficie corporal quemada, ha abandonado la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío donde permanecía ingresado y ya respira de forma natural tras habérsele retirado la ventilación asistida de la que precisaba por las graves heridas sufridas.

En este sentido, fuentes del complejo hospitalario han informado a Europa Press de que fue el pasado martes cuando este joven de 23 años, cuya identidad se desconoce hasta el momento, abandonó la UCI en la que permanecía ingresado desde el día en que tuvieron lugar los hechos, siendo derivado a la Unidad de Grandes Quemados, donde permanece consciente y estable dentro de la gravedad.

Asimismo, las mismas fuentes apuntaron que, debido a que en los últimos días el paciente ha respondido "satisfactoriamente" a la retirada progresiva de la ventilación asistida, se acordó por los facultativos retirar completamente este tipo de ventilación, de manera que el joven ya respira de forma natural y por sí mismo en la Unidad de Grandes Quemados, donde recibirá los cuidados "necesarios" para una persona con el 85 por ciento de la superficie corporal afectada.

Los hechos

Los hechos tuvieron lugar sobre las 10,45 horas del pasado día 11 de septiembre, cuando este varón de 23 años de edad se quemó a lo bonzo tras rociar su cuerpo con líquido inflamable y prenderse fuego con un cigarro, hechos que fueron presenciados por varios particulares que dieron aviso al Servicio Coordinado de Emergencias del 112 en Andalucía.

En concreto, este joven llegó andando a los juzgados por la calle Menéndez Pelayo y, cuando se encontró delante del edificio, sacó de una maleta un cigarro y una botella con líquido inflamable que arrojó sobre su cuerpo. Tras ello, agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional que se encontraban en la zona acudieron corriendo al lugar del suceso para sofocar el incendio con mantas.

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