Una grúa de 650 toneladas acomete la "comprometida" colocación de vigas centrales del puente de la Rábida en Valladolid

La obra será una de las que se inaugure antes de la campaña electoral de mayo de 2011

Una grúa de 650 toneladas ha afrontado este jueves en Valladolid la colocación de la segunda de las vigas centrales que conforman la estructura del Puente entre la calle Rábida y la zona del Cabildo, la operación "más comprometida" del proceso, ya que se tenía que iniciar antes de finales de octubre para evitar que las crecidas del río Pisuerga imposibilitaran los trabajos.

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha visitado esta mañana las obras para contemplar el inicio de la maniobra de colocación de la segunda viga central, que se ha extendido durante unas tres horas con el movimiento conjunto de unas 1.000 toneladas de material.

León de la Riva ha recalcado la labor del ingeniero Juan José Arenas y de la empresa que ha llevado a cabo el proceso de colocación de las vigas, ya que ha subrayado que "sólo unos pocos" se atreven a diseñar puentes de estas dimensiones, con 204 metros de longitud de los que 90 corresponden al vano central.

Las obras cuentan con un presupuesto de 10,6 millones de euros y, como ha especificado el jefe de obra, Millán Martín de la Torre, su punto "más comprometido" es la colocación de las vigas centrales, debido a que previamente se deben colocar a flote en el Pisuerga antes de su elevación, una tarea que se vería imposibilitada por una corriente de más de 2 metros por segundo. Por ello, "todo lo realizado hasta ahora" se dirigía a poder afrontar la colocación antes del final de octubre.

Así, este miércoles y este jueves se han repetido los pasos en el futuro puente de la calle Rábida ante la expectación de varias decenas de vecinos que se apostaban en la orilla de la Rondilla. El primer paso ha sido la colocación sobre una balsa de las vigas, cada una de ellas con un peso de 210 toneladas y una longitud de 60 metros.

Este proceso se ha llevado a cabo con una grúa de celosía de 650 toneladas, fijada a la superficie con unas 1.000 toneladas de contrapeso, "la segunda más grande que hay ahora mismo en España", según León de la Riva. Ya en el río, dos tiros de cable han arrastrado la estructura hasta situarla en la vertical del puente, cuando se ha procedido al izado a través de cuatro gatos hidráulicos de setenta toneladas suspendidos de unas estructuras montadas en los voladizos y teledirigidos desde una central informatizada.

La actuación de estos días concluye con la soldadura del tramo metálico central del puente a los voladizos anteriormente construidos, de los que estará separada por un margen de ocho milímetros, como junta de dilatación. Así, se completará el vano de noventa metros.

Las obras de construcción del puente, que ejecuta la

Ute fcc-Corsán, ya han completado las cimentaciones profundas con pilotes de hasta cuarenta metros de profundidad y diámetro de 1.800 milímetros. También se han levantado las ocho pilas singulares y los dos estribos del viaducto, mientras que la estructura está cimbrada y encofrada en su totalidad, y pendiente de hormigonar un veinticinco por ciento.

Tanto el regidor vallisoletano como el jefe de obras han coincidido en señalar que la obra cumplirá los plazos establecidos inicialmente para abril de 2011 e incluso, según el representante de la UTE, se puede acortar. Cabe recordar que los trabajos sufrieron este año un parón debido a la modificación que hubo que realizar en el proyecto para adaptarlo a las recomendaciones de la CHD.

Altura "espectacular"

León de la Riva ha recordado que el puente tiene una altura "espectacular" ya que "así lo ha exigido la Confederación Hidrográfica del Duero". De hecho ha ironizado con que si una riada se llega algún día a la altura del puente significará que "la ciudad habrá desaparecido previamente".

Por otra parte, ha reiterado a los "detractores" del Puente que se tratará de un vial "no exactamente peatonal" pero con una anchura "descomunal" que permitirá habilitar zonas estanciales, anchas aceras y un carril bici para "el disfrute" de los vecinos. "Será uno de los símbolos de Valladolid", ha aseverado el primer edil antes de apuntar que las agrupaciones que criticaron el proyecto "estarán aquí el día de la inauguración y dirán que se ha hecho gracias a ellos".

También ha recordado que, a su juicio, el vial ya aparecía recogido en el Plan General de Ordenación Urbana de 1984, elaborado por el Equipo de Gobierno del socialista Tomás Rodríguez Bolaños. "En lugar de congestionar el tráfico de la Rondilla lo va a aliviar y los vecinos no tendrán que ir hasta la ronda para entrar al barrio", ha insistido.

De este modo, también están en marcha las obras de urbanización con la nueva glorieta en la Avenida de Burgos, para facilitar el acceso hacia la A-62 y otras direcciones.

El espacio que irá sobre el puente será "sumamente original", pues busca la máxima integración en el entorno y "garantiza la pervivencia de la inmensa mayoría del arbolado próximo en el parque Ribera de Castilla". Habrá dos carriles para el tráfico de vehículos de 3,5 metros cada uno, un carril bici de 3,20 metros de anchura, una acera de siete metros por el lado de aguas arriba. Unas jardineras separarán el tráfico rodado del peatonal.

Como principales materiales constructivos, el puente alternará hormigón y acero. Otra novedad relevante proviene de las medidas preventivas que figuran en el proyecto con fin de mejorar la integración en el entorno, como son la restauración vegetal en la margen derecha y asegurar el tránsito de peatones bajo el tablero en el Parque Ribera de Castilla.

En cuanto al senderos de la ribera del Pisuerga, en la orilla de Rondilla, el jefe de obra ha especificado que aunque ahora mismo está cortado por las obras, cuando el puente se concluya tendrá continuidad mediante una rampa y un tramo bajo el vial.

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