El 30% de andaluces que padecen dolor causan baja laboral y parte del 70% restante sigue trabajando por miedo al despido

Piden que se ponga en marcha el plan integral y una mejor derivación a las unidades del dolor "para descongestionar las urgencias"

Tres de cada diez andaluces que sufren dolor de forma habitual, fundamentalmente de tipo lumbar, por problemas de artrosis o de tipo multiorgánico, causan baja laboral en algún momento de su vida, si bien otro porcentaje del 70 por ciento restante de personas que aún sufriendo dolor crónico siguen acudiendo al trabajo, "lo hace por miedo a que su baja laboral sea motivo de despido" en el actual contexto de crisis económica, según han advertido este martes el presidente y el secretario de la Asociación Andaluza del Dolor (AAD), Jerónimo Herrera y Joaquín Rodríguez Matallana, respectivamente.

En rueda de prensa en Sevilla, estos especialistas se refirieron así a dos de las conclusiones más importantes que se extraen del primer estudio elaborado en España sobre el dolor —aunque centrado en la comunidad andaluza—, sobre una base de 1.200 entrevistas telefónicas elaboradas a personas mayores de 18 años residentes en la comunidad.

En términos generales, este trabajo revela que en la actualidad al menos un tercio de la población andaluza en general sufren dolor, siendo su intensidad de media a soportable en el 58 por ciento de estos casos, y con un impacto sobre las bajas laborales que alcanza al 31,4 por ciento de la población activa andaluza con dolor.

Además, casi seis de cada diez andaluces (el 57,5%) que manifiesta sentir dolor de forma reciente afirma, a su vez, que lo padecen a diario, toda vez que también la mitad de los encuestados que ha apuntado al hecho de que sufre dolor manifiesta igualmente que se está cronificando por cuanto lleva soportándolo más de cinco años.

Bajas laborales y seguimiento de la enfermedad

En cuanto a las bajas laborales, dos de cada diez entrevistados con dolor han admitido que han causado baja laboral en algún momento de su vida, lo que supone el 7,7 por ciento de toda la población activa andaluza (tanto los que sufren dolor como los que no).

Respecto a la consulta al especialista se refiere, un 70 por ciento de los encuestados dice estar satisfecho con la atención médica recibida, si bien los responsables de la AAD han advertido de que un 17 por ciento de los que padecen dolor admiten que no acuden al médico y de que otros 8 por ciento se automedica.

En lo que a diagnóstico se refiere, pese a que un 55 por ciento de los casos son diagnosticados por especialistas, frente al 36 por ciento que lo realizan médicos de atención primaria, el estudio revela que la mitad de los tratamientos son prescritos finalmente por los médicos de primaria, "que suelen dar analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y sólo en un 2,2 por ciento de los casos opiáceos, cuando su consumo aquí está justificado", resaltaron.

"Parece que existe una especie de opiofobia de los propios profesionales a prescribir este tipo de fármacos", han apuntado estos especialistas, quien admiten que este hecho puede deberse "al miedo de los propios profesionales a que el paciente termine quedando 'enganchado' a este fármaco".

De otro lado, tanto Herrera como Rodríguez Matallana reprocharon que "tradicionalmente" la Administración ha tenido "nulo interés" en un correcto tratamiento del dolor, motivo por el que justificaron la necesidad de que se ponga en marcha el Plan Integral contra el Dolor que la propia Consejería de Salud ha presentado en marzo.

Saturación de las urgencias

En la misma línea, reclamaron una "mejor derivación" de pacientes a las unidades del dolor que existen en Andalucía, algo que, en su opinión, reduciría "la saturación que existe en las urgencias por muchas personas que acuden a las misma refiriendo un dolor crónico".

De hecho, Rodríguez Matallana ha precisado que el 25,2 por ciento de las personas que dicen sufrir dolor han acudido por esta causa a los servicios de urgencias hospitalarias al menos una vez.

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