Un equipo multidisciplinar de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y del IES Benicalap, integrado por estudiantes y profesores, participa este fin de semana en una competición universitaria que disputarán prototipos de motocicletas de carreras de baja cilindrada (125cc), diseñados por los propios estudiantes, según ha informado este viernes la institución académica en un comunicado.

La cita será en el circuito de Alcañiz (Teruel), donde correrán también la veintena de motos de otras tantas universidades nacionales e internacionales que compiten en la primera prueba internacional de MotoStudent, iniciativa promovida por la Fundación Moto Engineering Fundation, junto con empresas de renombre del sector.

El equipo UPV-Benicalapteam está formado por diez miembros que pertenecen a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño (Etsid) de la UPV y al grado superior de Automoción del instituto de Benicalap. Concretamente, en representación de la UPV y coordinados por los profesores Manuel Martínez Torán y Andrés Conejero, participan los becarios del Instituto de Diseño y Fabricación (IDF), Antonio Hijano y Miguel Fernández, y los alumnos proyecto fin de carrera de ingeniería técnica (mecánica, electrónica, diseño) y de industriales que han colaborado en distintas tareas del proyecto.

Acompañan al equipo dos mecánicos, actuales alumnos de la Etsid y que han participado en el proyecto como graduados superiores de Automoción del IES de Benicalap, acompañados de su profesor-tutor, el también el ex alumno de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño (Etsid), José Francisco Aznar.

El profesor de Diseño Industrial de la UPV, Manuel Martínez Torán, ha explicado que uno de los elementos "más destacados" de la moto de su equipo es el chasis, pues han intentado diseñarlo "para que sea lo más ligero posible y, al mismo tiempo, que estructuralmente sea resistente", ha recalcado el coordinador del proyecto, quien también ha subrayado el trabajo del equipo "para reducir el consumo" del vehículo.

En Alcañiz, el prototipo del equipo valenciano, al igual que los 22 restantes, no sólo competirá en la pista. Primero deberá pasar unos test de seguridad y funcionamiento en parque cerrado y un examen estético, técnico y económico.

Superadas estas dos fases, se entra a la tercera, en la que el prototipo se someterá a pruebas teóricas de diseño y estáticas en bancos de potencia que evaluarán aspectos como la frenada, la emisión de contaminación y la resistencia del chasis. En la última, las motocicletas serán probadas en el circuito por pilotos profesionales durante una carrera que durará 20 minutos.

El equipo ganador se llevará un premio de seis mil euros y el segundo de tres mil, además de la posibilidad de integrarse laboralmente en empresas punteras del sector, muchas de las cuales patrocinan esta competición.

El objetivo es que los estudiantes adquieran ciertas habilidades que les ayuden a desarrollarse profesionalmente de cara a su preparación a entrar en el mercado laboral, tales como trabajar en equipo, en competencia con otros grupos, bajo un presupuesto y un calendario determinado.