El alcalde de El Coronil (Sevilla), Jerónimo Guerrero (PSOE), ha acusado al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), antiguo Sindicato Andaluz del Campoc (SOC), de "paralizar prácticamente" la vida de este municipio de la Sierra Sur mediante "coacciones", "amenazas" y actitudes "violentas", advirtiendo de que un profesor de Religión ha sido víctima de una "agresión" por parte de miembros de esta organización sindical.

Jerónimo Guerrero ha señalado a Europa Press que, desde primera hora de la mañana, un grupo de más de 30 miembros del SAT con su secretario general, Diego Cañamero, "a la cabeza", han irrumpido en el municipio para "paralizar" la vida diaria con motivo de la convocatoria de huelga general promovida por las plataformas sindicales contra la reciente reforma laboral y los recortes sociales. Guerrero ha explicado que prácticamente "el 90 por ciento" de los funcionarios y miembros del personal laboral del Ayuntamiento había resuelto no secundar el paro técnico, pero los miembros del SAT "les han coaccionado, violentos al máximo", y han motivado el cierre de las instalaciones municipales.

"Legalmente, no se puede cerrar un ayuntamiento", ha dicho el alcalde, quien ha justificado la clausura de la institución a las "coacciones" del SAT y al creciente clima de tensión que las movilizaciones de este sindicato han generado en este municipio, histórico enclave del movimiento jornalero. Además, el alcalde ha explicado que estas mismas coacciones las ha ejercido el SAT en el colegio público y el instituto de educación secundaria de la localidad hasta conseguir el cierre de estos centros educativos, extremo que se ha saldado con una "agresión" a un profesor de Religión.

Los comercios y pequeños establecimientos del municipio, según su relato, también han cerrado sus puertas víctimas de esta campaña, que no ha tenido éxito en el centro de salud pese a las "amenazas" de los sindicalistas a los médicos de estas instalaciones. El alcalde, de cualquier forma, ha elevado los hechos a la Subdelegación del Gobierno, mientras asegura que el profesor de religión supuestamente agredido habría hecho lo propio.