La nueva Llei d’Espectacles i Activititats Recreatives aprobada por la Generalitat de Catalunya ha entrado en vigor este lunes con el reconocimiento legal de las discotecas para menores, una tipología de local que hasta ahora no estaba regulada.

En España, hay contabilizadas 300 salas que ofrecen sesiones light para chicos de 14 a 16 años, en las que no tienen cabida las bebidas alcohólicas ni el tabaco, y funcionan desde las 17.00 hasta las 22.00 horas. En Barcelona sólo funciona como tal la sala Quartier de Pedralbes.

Con la ley a la mano, y como novedad, los adultos mayores de 18 años tienen prohibido el acceso a estos locales. Además, los menores de 16 años acompañados de padres o tutores podrán asistir a conciertos en discotecas, salas de baile o bares musicales.

Esta nueva realidad sorprende a las patronales del ocio nocturno. Fecalon cree que la reglamentación es restrictiva y presentarán recurso ante la Unión Europea y el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Fecasarm piensa que la normativa parte de una ley mal hecha. El portavoz de Fecalon y jefe de los Servicios Jurídicos, Fernando Martínez, comenta que el Departamento de Interior propuso durante la negociación de la ley prohibir la entrada a las discos normales a menores de entre 16 y 18 años: "Esto condenaba a toda esta franja de edad a hacer botellón".

Respecto a la entrada a conciertos con tutores o adultos, Martínez plantea que colectivos como el latino tienen culturalmente aceptado que padres y hijos salgan juntos; y algunos adultos pueden acabar proporcionando alcohol a los menores.