Los vecinos denuncian también la escasa protección policial. Disponen de un agente por cada 3.600 personas.

En Casetas es donde se han registrado los actos más peligrosos. El último tuvo lugar hace unas semanas cuando un joven sembró el pánico en la calle Alcubierre por amenazar a las personas con una catana, después de haberse peleado con unos neonazis. «Estamos hartos. Necesitamos más protección y vigilancia. Aquí hay unos cuantos neonazis muy conflictivos y todos sabemos quiénes son. Pero nadie hace nada por miedo», explica la presidenta de la asociación de vecinos de Casetas, Juana Moya. En Garrapinillos, se ha convertido en una práctica habitual destrozar el mobiliario de las piscinas públicas y del pabellón deportivo. «Suponemos que lo hacen pandillas jóvenes del barrio, pero no hay pruebas», explica su alcalde, Mariano Blasco.

Sin embargo, en La Cartuja sí que saben quiénes son los autores de los actos vandálicos, aunque pocos se atreven a denunciarlos. «Una vez llamé la atención a uno de ellos y al día siguiente me encontré mi coche cruzado en mitad de la calle», relata su alcalde, José Ramón.

15 policías para todos

Los vecinos exigen una mayor presencia policial para velar por su seguridad. En estos momentos, los quince barrios rurales sólo disponen de 15 agentes de la Policía Local y de una patrulla policial. Según algunos vecinos, casi nunca llegan a tiempo para  las urgencias.

Quince agentes locales más

Como consecuencia de las quejas y protestas vecinales, el Ayuntamiento ha decidido incorporar 15 agentes locales más para aumentar la vigilancia de los barrios rurales. Ésta es una de las medidas más significativas del nuevo Plan de Seguridad que va a poner en marcha el Consistorio para incrementar la presencia policial –también Nacional y Guardia Civil– en estas zonas. Por el momento, no hay una fecha determinada para su puesta en marcha. Una comisión de trabajo, que empezará a funcionar este mes, realizará un plan piloto de prevención y control de la violencia, que se ensayará en Casetas.

1 patrulla de Policía Local es la encargada de vigilar los quince barrios rurales de  Zaragoza.