Los venezolanos deciden si Hugo Chávez mantiene el respaldo del Parlamento

  • 17,5 millones de venezolanos llamados a las urnas.
  • Suponen el retorno de los partidos de oposición, que en 2005 retiraron a sus candidatos alegando "irregularidades".
  • El observador español Gustavo de Arístegui finalmente no será expulsado de Venezuela tras unas declaraciones críticas.
Una mujer camina frente a un grafiti alusivo a las elecciones en Caracas.
Una mujer camina frente a un grafiti alusivo a las elecciones en Caracas.
EFE
Una mujer camina frente a un grafiti alusivo a las elecciones en Caracas.

Unos 17,5 millones de venezolanos están convocados este domingo a las urnas para renovar el Parlamento, en unos comicios en los que el presidente Hugo Chávez espera mantener el respaldo mayoritario de la cámara, de 165 escaños, y la oposición arrebatárselo.

En los últimos días de la campaña, que concluyó el jueves, Chávez ha repetido que confía en que su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados, entre ellos el Partido Comunista, ganen no menos de 110 escaños de la unicameral Asamblea Nacional, es decir los dos tercios necesarios para controlar el Parlamento.

Afirma el presidente, en el poder desde hace más de una década, que estos dos tercios son indispensables para continuar con su "proceso revolucionario" y consolidar el camino para las presidenciales de 2012 en las que solicitará un nuevo mandato al electorado.

Los comicios marcan el retorno al hemiciclo de los partidos de oposición, que boicotearon las elecciones legislativas de 2005 al retirar a última hora a sus candidatos alegando "irregularidades", en una decisión que sus líderes admiten como un "error político", y esperan ahora quitar la mayoría al PSUV.

Encuestadores y analistas, en base a sondeos de hace una semana, ya que está prohibida su publicación desde el sábado pasado, coinciden en augurar que el oficialismo mantendrá una mayoría, pero que está por verse si será tan holgada como la prevista por Chávez.

Además de las fuerzas gubernamentales y de la oposición "tradicional", se presentan también los candidatos del izquierdista partido Patria Para Todos (PPT), ex aliado del "chavismo", que proponen una "alternativa" a la extrema polarización política del país.

En sus mítines, todos los bandos llamaron a la movilización del electorado, especialmente de los llamados "ni-ni", que constituyen un sector importante que no se alinea a favor de Chávez ni de sus detractores y pueden ser determinantes si se confirma con votos los cálculos de que representan alrededor de un tercio del electorado.

La totalidad de 17,57 millones de venezolanos habilitados para votar representan casi un millón más de los 16,76 millones de las elecciones precedentes, celebradas el 15 de febrero del año pasado y cuyo resultado facultó a Chávez a presentarse a la reelección las veces que desee.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha instalado 36.563 mesas electorales que funcionarán en las 87 circunscripciones del país entre las 06.00 y las 18.00 horas locales (10.30 y 22.30 GMT), periodo de doce horas que se prolongará donde existan electores en fila para votar, todo ello bajo la vigilancia de 250.000 militares.

Problemas con un observador español

Más de 200 observadores internacionales, llamados en Venezuela "acompañantes", han sido invitados a estas elecciones, unos 150 por el Poder Electoral y el resto por los partidos.

El diputado del Partido Popular (PP) español Gustavo de Arístegui confirmó este domingo en Caracas que ha sido revocada su expulsión por unas declaraciones críticas sobre el proceso electoral en Venezuela durante la jornada de reflexión.

A su llegada al hotel donde se hospeda en la capital venezolana, De Arístegui indicó a los periodistas que planea mantener el programa que tenía previsto para el domingo, día de las elecciones parlamentarias, a las que ha sido invitado como "acompañante internacional" por el partido opositor Copei (democristiano).

Dijo que no disponía de información respecto a la supuesta retirada de su credencial como "acompañante internacional", como se denomina a los observadores, y afirmó que en "ningún momento" en sus declaraciones había "faltado al respeto" de las leyes venezolanas.

"Somos respetuosos hasta la saciedad con la ley de la República de Venezuela", manifestó el diputado a su llegada al hotel donde le esperaban representantes de la Embajada española en Caracas.

"Nuestras discrepancias políticas" con el Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, "no nos impiden ser absolutamente respetuosos con la Constitución de Venezuela", aseguró.

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