El retablo de Los Reyes (El Hierro) es una "copia" del original con piezas de tea que han sobrevivido desde el XVIII

El retablo de la Virgen de Los Reyes que ha vuelto después de casi cinco años a acoger la imagen en su ermita de El Hierro es una "copia" del original con piezas de tea que han sobrevivido desde el siglo XVIII, según ha explicado el ebanista artífice de su recuperación, Isidoro Pérez García.
Esta es la imagen del nuevo retablo de la Virgen de Los Reyes
Esta es la imagen del nuevo retablo de la Virgen de Los Reyes
CEDIDA
Esta es la imagen del nuevo retablo de la Virgen de Los Reyes

El retablo de la Virgen de Los Reyes que ha vuelto después de casi cinco años a acoger la imagen en su ermita de El Hierro es una "copia" del original con piezas de tea que han sobrevivido desde el siglo XVIII, según ha explicado el ebanista artífice de su recuperación, Isidoro Pérez García.

Pérez, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que este trabajo ha sido "fundamentalmente una reconstrucción, una copia utilizando los elementos ornamentales del antiguo retablo". Ha aclarado además que tal recuperación ha sido del volumen, es decir el 'mueble', "porque pictóricamente había desaparecido".

Así los colores que han descubierto los herreños se encontraron tras limpiar las piezas originales debajo del estuco que se le dio tras su última intervención a finales de los años 80. "El retablo viaja a Sevilla, cuando viene, regresa con piezas antiguas. Algunas se quedan por el camino y otras son nuevas y se cortan y se adaptan al nuevo retablo cambiando la configuración primitiva de las nuevas tallas", ha explicado el ebanista lagunero que ha acudido hoy a la inauguración en el día que los herreños viajan desde todos los puntos de la isla a encontrarse con la Madre Amada.

Con esta situación, el criterio que se ha utilizado para llegar a la obra ha sido conservando las piezas del antiguo retablo que estaban en buen estado y se han insertado en el nuevo retablo. "Esto es una copia, no una réplica, pues si fuera réplica la haría el autor original", ha puntualizado Pérez García.

El ebanista ha insistido que realmente la obra se llevó a cabo por el estado en el que se encontraba la pieza afectada por al menos tres xilófagos que se comían la madera. "Uno de ellos era el conocido como reloj de la muerte que es de los más dañinos y perjudiciales a la hora de atacar la madera", ha explicado.

En cuanto al trabajo de recuperación de la policromía, el ebanista ha indicado que "quedaban pinturas originales a la vista, pero había otras zonas, como las columnas salomónicas, que sí fueron repintadas de muy antiguo más o menos a fines del siglo XIX, pero siempre fue de más calidad el original que el repinte que tenía, por las muestras halladas".

Debajo del estuco

El retablo, cuyo origen se desconoce, ha contado con un trabajo técnico importante que se remonta a 2005 y la Unidad de Cooperación de Patrimonio del Cabildo de El Hierro que recavó toda la información sobre este bien mueble. En este sentido Pérez ha destacado que cuando le llegó la información encontró fotos de bodas hechas con el retablo anterior en los años 60 y en donde queda patente la colaboración de los herreños en la recuperación de esta pieza barroca.

A partir de eso se empieza todo el proceso de ejecución de la obra: analizar piezas antiguas, hacer la arquitectura del nuevo retablo, previamente se hace un plano a escala con las proporciones que debe llevar para que sirva de patrón a las piezas que ha de recibir del primitivo que son las reutilizadas.

Una vez con la estructura y la arquitectura nueva se comprobó que todas las piezas del antiguo retablo encajaban en su nuevo asiento y reordenando todos los elementos de igual forma que el primitivo. Isidoro Pérez ha revelado también que en todo este proceso de recuperación se ha hecho "con técnicas antiguas, con la forma tradicional utilizando materiales de primera calidad como la madera del cedro, etc".

"hasta que dios quiera"

En este sentido, ha recordado que en 1763 —una de las datas que aparecen sobre el retablo— existían "infinidad" de talleres, ebanistas y retablistas en las islas que utilizaban estas técnicas que han ido desapareciendo progresivamente. Ante la pregunta de si no teme al fracaso, es decir, que la obra no guste, Pérez ha afirmado: "Puede pasar, pero con la documentación gráfica que había y el muestreo de color o los fragmentos de color que se hallaron en el soporte antiguo dan suficientes garantías para asemejar y llegar a entender el retablo como era originalmente".

Por último ha indicado que le gustaría que quienes vean el retablo lo hicieran como algo suyo, un bien ante el que se han casado sus padres o familiares y en el que se han juntado recuerdos. No sabe cuánto va a durar — "durará lo que Dios quiera"— para explicar que dependerá de muchos factores como la humedad, la climatología, aunque "en condiciones normales puede durar mucho tiempo".

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