Expertos analizan en Tenerife la conveniencia de erradicar las lenguas coloniales en África

El Salón Internacional del Libro Africano (SILA) que se desarrolla en Tenerife ha abordado un tema espinoso, que tanto en la pasada edición como en esta ha suscitado un encendido debate, el papel de traductor, un asunto que, en último término siempre conduce a una discusión sobre si el escritor debe escribir en su lengua materna --que en África son 2.000-- o si puede hacerlo con total libertad en las llamadas lenguas coloniales, el francés, el inglés, el portugués y el español.
Las Lenguas Coloniales Encienden El Debate En Sila
Las Lenguas Coloniales Encienden El Debate En Sila
EP/MARIALUISAPEDROS
Las Lenguas Coloniales Encienden El Debate En Sila

El Salón Internacional del Libro Africano (SILA) que se desarrolla en Tenerife ha abordado un tema espinoso, que tanto en la pasada edición como en esta ha suscitado un encendido debate, el papel de traductor, un asunto que, en último término siempre conduce a una discusión sobre si el escritor debe escribir en su lengua materna —que en África son 2.000— o si puede hacerlo con total libertad en las llamadas lenguas coloniales, el francés, el inglés, el portugués y el español.

El debate, titulado 'El papel del traductor como intermediario entre culturas', reunió este jueves al profesor Justo Bolekia (Guinea Ecuatorial), los escritores Romeo Gbaguidi (Benín) y Germano Almeida (Cabo Verde) e Inmaculada Jiménez, traductora y editora (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo) y estuvo moderado por el periodista Juan Manuel Pardellas.

Inmaculada Jiménez, especializada en la traducción de autores africanos que escriben en francés planteó la pregunta de si no debe considerarse ya este idioma como "una lengua africana" y explicó que cualquier lengua colonial es "reinventada" en los países donde se impone. Así, en Latinoamérica, el español se ha modificado en manos de autores como Borges, García Márquez o Lezama Lima.

A su juicio, el francés que se utiliza en África es "una lengua mestiza, mezclada con una cultura que no es la francesa, tamizada por otra visión del mundo".

En el otro extremo se situó Justo Bolekia, miembro de la etnia bubis, cuyo legado corre riesgo de extinción en la Guinea Ecuatorial de hoy. Bolekia se preguntó qué es el africano sin lenguas maternas y afirmó de manera tajante que "las lenguas extranjeras que nos han impuesto a los africanos son, eso, lenguas totalmente extranjeras".

Afirmó que esa aniquilación de las lenguas maternas africanas "es parte del juego esquizofrénico que ha utilizado Occidente para desestabilizar al africano" e hizo referencia al caso de Angola, donde "la lengua oficial es el portugués, la nacionalidad angolana y existen 41 lenguas maternas".

"Han hecho que las lenguas impuestas pasen de necesarias a indispensables, para convertirse en un futuro en únicas", dijo Bolekia, catedrático de Filología Francesa por la Universidad de Salamanca y traductor especializado en lengua bubi.

Afirmó que, cuando traduce textos en bubi al español, está "matando" su lengua y respaldó las palabras de Wole Soyinka cuando pidió "erradicar las lenguas extranjeras" de África porque de lo contrario "perderemos nuestra identidad africana".

Romeo Gbaguidi apoyó la tesis de Bolekia sobre no considerar el francés como una lengua africana y afirmó que "antes sí animaba a los africanos a escribir en otras lenguas; hoy no, hoy los incito a escribir en sus lenguas maternas, porque de lo contrario, se perderán". TRADUCTOR-TRAIDOR

Gbaguidi, también traductor, reconoció que los traductores "somos traidores", porque "no sólo tienen el dominio de los dos idiomas sino también el de la interpretación". Para el caboverdiano Germano Almeida ese debate está superado porque, afirmó, "si el portugués no es una lengua africana, por lo menos es una lengua caboverdiana".

Colonizados en 1460, "portugueses y africanos han tenido que entenderse"; y de ese lugar común alcanzado surgió "el criollo caboverdiano; nuestra lengua materna, pero basada en el portugués". Almeida aclaró que aunque se pretende que el caboverdiano es bilingüe, eso no se ajusta a la realidad porque, afirmó, "sólo una pequeña minoría habla las dos lenguas". "Al caboverdiano le cansa hablar portugués".

Sin embargo, afirmó que para los caboverdianos el portugués "fue la puerta hacia la modernidad". "Hoy el 98 por ciento de nuestra población está alfabetizada, y lo está en portugués", por lo que concluyó que no puede considerar de ninguna manera la lengua lusa como "extranjera".

Romeo Gbaguidi cerró el debate afirmando que "la lengua es un elemento de poder y el poder no lo tenemos los africanos".

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