La Asociación Andaluza del Dolor ha advertido de que la lista de espera para que un paciente sea atendido en una Unidad del Dolor alcanza hasta un año de espera, una merma que responde "no a la necesidad de crear más unidades del tipo, sino a dotarlas de más medios".

Esta entidad, que este viernes ha informado de que celebrará su XIX Reunión los próximos 7, 8 y 9 de octubre en el Puerto de Santa María (Cádiz), ha destacado que Andalucía es una de las comunidades autónomas "mejor dotadas" en cuanto a Unidades del Dolor se refiere. De hecho, ha precisado que cuenta con 15 unidades acreditadas, lo que la sitúa "sólo por detrás de Madrid (24) y Cataluña (23)".

A pesar de ello, ha advertido de que la población andaluza afectada por dolor crónico "soporta una lista de espera que va de los tres meses al año", ya sea simplemente para ser atendidos o para la aplicación de alguna técnica invasiva concreta".

A este respecto el presidente de la citada asociación, el doctor Jerónimo Herrera, ha incidido en una nota en la necesidad de la puesta en marcha del Plan Integral del Dolor, presentado a principios de año por la Consejería de Salud. "Este Plan Integral reduciría las listas de espera para ser atendido lo que influiría muy positivamente en el alivio del dolor y en el incremento de la calidad de vida de los pacientes", ha apostillado.

Según ha detallado, todas las provincias andaluza cuentan con una o varias unidades del dolor crónico radicadas en hospitales públicos de tercer nivel, a excepción de Huelva, cuyos pacientes son derivados a las unidades de Sevilla debido a esta carencia asistencial.

De este modo, y según datos de la Asociación Andaluza del Dolor, la provincia de Almería cuenta con una unidad; Cádiz con tres; Córdoba con una; Granada con tres; Jaén con una; Málaga con otras tres, y Sevilla también con 3 centros.

Por su parte, el jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Puerta del Mar de Cádiz y presidente del comité organizador de la próxima Reunión de la Asociación Andaluza del Dolor, Luis Miguel Torres, ha incidido en la necesidad "no tanto de acreditar nuevas unidades como de doblar los recursos existentes, tanto en número de profesionales que atienden las unidades (anestesiólogos, neurocirujanos y psicólogos) como en medios técnicos".

"Dotar técnicamente una unidad del dolor es bastante costosa por el aparataje que se precisa, pero lo que más influye a la hora de crear nuevas unidades es la falta de especialistas preparados y que quieran dedicarse a ejercer en ellas".

Desde que los pacientes comienzan a ser tratados en Atención Primaria con analgésicos en dosis normales hasta que, finalmente, son derivados a la Unidad del Dolor para recibir un control específico con fármacos y otras técnicas invasivas, "puede transcurrir también un largo espacio de tiempo", ha recalcado Torres, para quien "este periodo de sufrimiento, que afecta a la calidad de vida de los pacientes, sería evitable con más información y formación por parte de médicos y especialistas, muchas veces reticentes a administrar opiáceos mayores, así como con una mayor educación sanitaria por parte de los enfermos que palie el rechazo a tratamientos con ciertos fármacos como la morfina o antidepresivos".

Ha agregado que el pronóstico de esta dolencia "es malo", ya que si el dolor no se controla "la mortalidad aumenta, en el sentido de que puede afectar al sistema orgánico e inmunológico". Por ello, aclara el especialista, "el dolor no te mata pero afecta a tu cuerpo". Además, ha concluido que el aumento de la esperanza de vida hace que también aumente la probabilidad de sufrir dolor crónico.

Sufrir dolor durante más de tres meses de forma continuada, con una intensidad de más de cinco sobre diez en la escala de medición, y no responder a los tratamientos prescritos por médicos generalistas ni especialistas, son signos suficientes para afirmar que una persona padece dolor crónico.

De estos temas se tratarán en la XIX Reunión que la Asociación Andaluza del Dolor celebrará en el Puerto de Santa María, en la que se prevén asistan unos 300 especialistas del ramo.