ELA denuncia la contratación como eventuales en Dana Spicer Ayra Cardan de Itziar de 40 empleados despedidos en enero

El sindicato ELA ha denunciado la "actitud" de la empresa Dana Spicer Ayra Cardan de Itziar (Gipuzkoa) que ha recurrido a la contratación de 40 eventuales, de las cuales "más de la mitad" son trabajadores despedidos el pasado mes de enero.

El sindicato ELA ha denunciado la "actitud" de la empresa Dana Spicer Ayra Cardan de Itziar (Gipuzkoa) que ha recurrido a la contratación de 40 eventuales, de las cuales "más de la mitad" son trabajadores despedidos el pasado mes de enero.

En un comunicado, ELA ha recordado que Dana Spicer Ayra Cardan despidió el pasado enero a 46 empleados, "aduciendo causas productivas, falta de carga de trabajo", mediante un Expediente de Extinción de Empleo concedido por la delegación de trabajo de Gipuzkoa, con la ayuda del supuesto "acuerdo tácito negociado con LAB, UGT y CC.OO.".

El sindicato ha indicado que a lo largo del pasado año ya denunció "lo innecesario" de estos despidos, ya que, a su juicio, "todo formaba parte de una estratagema para precarizar el empleo y las condiciones de trabajo en esta planta cambiando empleo estable y de calidad por contrataciones eventuales en precario".

En este sentido, ELA ha lamentado que ahora se han producido 40 contrataciones eventuales de las cuales, "más de la mitad son compañeros despedidos en enero".

"Se les ha cambiado un contrato indefinido por uno eventual, y se subcontrata sistemáticamente trabajo en diferentes ámbitos de la empresa", ha censurado, para añadir que esto está "expresamente prohibido en la resolución que dictó delegación de trabajo de Gipuzkoa".

A su juicio, "con esta jugada maestra, la multinacional ha conseguido una reducción de plantilla fija, que no de plantilla total, que le otorga una maxiflexibilidad a prueba de bombas".

ELA ha considerado que la compañía ha demostrado una vez más su "voraz afán por mantener su margen de beneficios, al mismo tiempo que un enorme desdén por el empleo estable".

"Este es un ejemplo más de que en la coyuntura de crisis en la que nos encontramos, las multinacionales aprovechan, con la ayuda de las instituciones y la de algunas centrales sindicales sin escrúpulos, para precarizar las condiciones de trabajo de nuestros compañeros, que al fin y al cabo son los únicos que están pagando las consecuencias de una crisis que no han provocado", ha concluido.

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