Los Mossos d'Esquadra han detenido en lo que va de año a 550 personas relacionadas con los robos de cobre, según ha explicado el secretario general de Interior de la Generalitat, Joan Boada. Una treintena de ellos ya ha ingresado en prisión.

Boada ha asegurado que después de las operaciones especiales que se han llevado a cabo para desmantelar a bandas organizadas, el número de robos de este tipo —que ha afectado sobre todo a las comarcas de Girona y del área metropolitana de Barcelona— ha descendido.

"Se ha hecho un esfuerzo importante para desarticular a los grupos organizados", ha apuntado el secretario general durante la presentación del proyecto de la nueva comisaría de los Mossos d'Esquadra de Salt. "Todavía quedan ladrones más circunstanciales, que cuesta controlar pero continuaremos con las actuaciones policiales", ha insistido.

Boada también ha querido destacar el papel importante que ha jugado la ciudadanía en muchas de las detenciones. La gente ha reaccionado con mucha rapidez y está más alerta, ya que "si un ciudadano se queda sin Internet, antes culpaba a la compañía, pero ahora avisa a la policía por si se trata de un robo de cable de cobre", ha explicado.

La demarcación de Girona ha registrado en los últimos meses un goteo constante de este tipo de robos, con algunos municipios claramente afectados, como Sant Martí de Llémena, donde han estado más de una semana sin teléfono, y Cistella, donde han sufrido hasta cinco robos de cable durante el mes de agosto.