Denuncian el rapto de la niña muerta en el dentista

En Bolivia.
Mary Ortega Cardozo, la madre de Kail Xilia Pardo –la niña de cinco años que falleció hace 15 días, después de que le sacaran dos dientes de leche con anestesia general en una clínica de Alicante–, denunció ayer que la menor salió de Bolivia «secuestrada por su padre».

Al llegar la noticia, vía e-mail desde el departamento de Tarija, al sur de Bolivia, la Asociación del Defensor del Paciente renunció a la defensa del padre de la niña, William Pardo,  se puso en contacto con la Embajada boliviana y denunció el caso ante la Policía Nacional.

No obstante, el Defensor del Paciente, según confirmó a 20 minutos su presidenta, Carmen Flores, seguirá adelante con la acusación de negligencia contra el médico que le practicó la extracción a la niña y contra el hospital de Alicante por remitir a la menor a la Arrixaca de Murcia, donde falleció.

Por su parte, la familia de Kail Xilia dijo a este diario, ayer desde Tarija, que la Embajada de Bolivia en España se ha puesto en contacto con ellos para aclarar las acusaciones de secuestro, malos tratos y alcoholismo que el padre se encargó ayer de desmentir. «Yo estaría preso si existiese esa denuncia», confesó William Pardo ayer a EFE.

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