Esquerda Unida-Izquierda Unida ha realizado una concentración en Santiago de Compostela con decenas de afiliados a modo de ensayo para la huelga general del 29 de septiembre, en donde ha demandado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "debería dimitir sin ninguna duda" ya que "fue el responsable del mayor daño a la clase trabajadora en la historia de la democracia".

Así lo ha asegurado en declaraciones a Europa Press, la coordinadora nacional de EU-IU, Yolanda Díaz, quien ha acusado a Rodríguez Zapatero de "traicionar lo que había dicho".

En este sentido, el responsable del área de trabajo de la formación ha apuntado que "Zapatero tenía que haber dimitido hace mucho tiempo" ya que, según ha dicho, "se presentó ante los trabajadores y trabajadoras diciendo que nunca iba a atacar los intereses de los trabajadores, y fue pisar la presidencia de la Unión Europea e hizo todo lo contrario".

De este modo, Esquerda Unida prosigue los diversos actos de movilización que ha llevado a cabo en las comarcas gallegas desde agosto para "calentar motores" con el fin de que la huelga general sea "un éxito" y "hacer recapacitar al Gobierno central".

"Los trabajadores no pueden ser los que salgan mal parados de esta crisis porque no fueron ellos quienes la causaron", ha resaltado la Yolanda Díaz.

HUELGA,

"éxito en galicia"

En cuanto a la posible repercusión de la huelga general en Galicia, Yolanda Díaz ha asegurado que "va a ser un éxito", pues "todas la huelgas generales en el conjunto de España fueron exitosas", y "sin duda, España después del 29 de Septiembre va cambiar".

Tras el encuentro en la Alameda compostelana, la concentración se ha desplazado hasta la Praza do Toural, donde se ha leído un manifiesto en contra de la reforma laboral que "debería haberse hecho en los paraísos fiscales, en vez de perseguir los puestos de los trabajadores".

Asimismo, Esquerda Unida ha demandado "meter mano" a las sociedades de inversión de capital variable (Sicav), pues no ve "lógico" que las grandes fortunas "tributen sólo un uno por ciento", a la vez que han mostrado "un apoyo inequívoco" a las movilizaciones de los sindicatos.