El festival barcelonés del Sónar prueba suerte al otro lado del charco

  • El programa incluye cuatro propuestas de artistas catalanes.
  • Se desarrolla estos días en el Millenium Park de Chicago.
  • El festival de electrónica tiene su sede en Barcelona.
Uno de los escenarios del nuevo Sónar de Chicago.
Uno de los escenarios del nuevo Sónar de Chicago.
Efe
Uno de los escenarios del nuevo Sónar de Chicago.

El festival Sónar ha arrancado en Chicago (EEUU) con una propuesta muy similar a la que cada junio suena en Barcelona y con ganas de "echar raíces" y convertirse en una cita obligada en el circuito estadounidense de música electrónica.

Después de celebrar una primera edición norteamericana el año pasado en Nueva York y Washington más centrada en pasear sonidos que en crear un público, el Sónar llega a Chicago con una filosofía diferente, según explicó a Efe el codirector del famoso festival de música electrónica, Enric Palau.

"Tenemos que explicar muy bien lo que es el Sónar y adaptarnos a la demanda local, pero Chicago parece una ciudad lo suficientemente afín a las propuestas como para que el festival eche raíces aquí", aseguró Palau.

Los proyectos catalanes Bradien y Faraón fueron los encargados de inaugurar el festival en el emblemático Millenium Park de Chicago, en una jornada que también contó con la presencia del productor de Detroit Jimmy Edgar y la colaboración entre Kid Koala y el grupo de rock sin guitarras The Slew.

Para Palau, la cita estadounidense es una oportunidad de exponer "una forma de hacer cultura", con un estilo muy concreto de propuestas "siempre vinculadas a la tecnología", pero también un medio para convertirse en "embajadores de lo que se hace en nuestro país".

Así, los organizadores han seleccionado cuatro propuestas catalanas -Bradien, bRUNA, Faraón y Huan- para llenar los escenarios de Chicago durante los tres días que dura el festival.

Con la base del cartel que se presentó este verano en Barcelona, los promotores han dado una oportunidad a proyectos autóctonos, como la "orquesta" electrónica de The Flashbulb, y han llenado el calendario del jueves al sábado con más de 30 actividades entre conciertos, charlas y proyecciones.

En un país con una de las escenas musicales más competitivas del mundo y con mayor número de festivales por ciudad, Palau confía en que el Sónar pueda aprovechar el vacío de acontecimientos dedicados a la música electrónica para ganarse un hueco entre el público.

"A nivel de cultura electrónica, Estados Unidos ha ido bastante a remolque de lo que se hacía en Europa, y han trabajado mucho en terrenos como el rock y el hip-hop, pero no en el nuestro", explicó.

La sorpresa para el público de la ciudad de Illinois puede ser encontrarse con artistas que "no sólo tienen un discurso propio a nivel artístico, sino que incluso crean sus propios instrumentos", como la neoyorquina Lesley Flanigan, que construye su música con sonidos originados a partir de su propia voz.

También habrá una vuelta a los orígenes, con la actuación del alemán Oval, que marcó los años noventa con su electrónica experimental, o la de Black Devil Disco Club, que triunfó en las pistas de baile en los setenta.

Pero el gran protagonista del festival, que el viernes y el sábado se trasladará al Chicago Cultural Center, será quizás el australiano afincado en Islandia Ben Frost, reconocido como una de las grandes promesas de hoy entre la prensa especializada.

Desde 2002, Sónar ha celebrado 24 eventos en todo el mundo con diferentes formatos, pero hasta ahora ninguna de estas aventuras ha tenido continuidad.

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