La periodista Silvia Calado, que ha participado en 'El potencial económico de las empresas culturales', uno de los cursos que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) celebra en Sevilla, ha lamentado que hoy día "primen en el mercado discos como los de Madonna, Shakira o Lady Gaga y se haya olvidado el flamenco".

Calado, directora de la revista 'on-line' 'flamenco-world.com', ha destacado que los nuevos artistas "se las ven y se las desean para poder sacar sus trabajos al mercado" y ha resaltado que las compañías discográficas "se han echado para atrás, y, aunque el flamenco nunca ha sido un superventas, ya que supone aproximadamente el cinco por ciento de la venta total de discos en España, pasan los meses y no sale a la luz ninguno".

"Este tema es bastante grave y espero que se haga algo para que no se pierdan estos trabajos", ha indicado la autora de libros como 'Todo sobre el flamenco' o 'El negocio del flamenco', y ha destacado que ahora mismo "los artistas se implican más en los proyectos, ya que algunos incluso pagan sus propias productoras o son dueños de las mismas".

La periodista ha reflexionado en su ponencia sobre la historia de este tipo de música y ha recordado que nació en el siglo XIX "como consecuencia de la profesionalización de los artistas" y ha destacado que incluso la propia palabra "se ha convertido en una marca comercial que ha trascendido el propio término, llegando a ser en un referente nacional".

Con la creación de los salones de baile y los cafés cantantes, el flamenco empezó a ahondar entre el público, llegando incluso a ofrecer espectáculos en los años 40 en Estados Unidos "gracias al empresario Sol Hurok, que se dedicaba a recorrer el mundo buscando productos exóticos para llevarlos a Nueva York".

Calado ha explicado que los festivales surgieron en los años 50 localizados en los pueblos "y fue entonces cuando se incorpora el dinero público, con la intervención de los ayuntamientos", asegurando que actualmente "se pueden llegar a celebrar más de 200 al año con unos ingresos de aproximadamente tres millones de euros al año".

Una cifra que, como ha apuntado, ingresan las peñas flamencas y de aficionados, "un negocio modesto pero que suma bastante", destacando también los "macrofestivales" como la Bienal de Flamenco de Sevilla "con más de dos millones de euros aportados íntegramente por instituciones públicas o patrocinadores" o el Festival de Jerez, "que además de la ayuda del Consistorio, ingresa cerca de 600.000 euros con las matrículas de unas clases de baile que permiten asimismo la entrada a los espectáculos".

Además, ha destacado que, en el caso de la compra y venta de espectáculos, "no abunda el profesional preparado para la gestión cultural" y ha admitido que en estos momentos "el artista tiene que hacerse empresario por fuerza y se ven obligados a crear empresar", poniendo como ejemplo el caso de María Pagés, "que aborda con financiación propia el coste de sus productos, llegando a tener que aportar para cada espectáculo cerca de 60.000 euros".