El Ministerio de Cultura, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España está restaurando un valioso ejemplar de escultura gótica española: el Cristo crucificado del Museo de Santa Cruz (Toledo). La intervención permitirá la conservación de la figura del Crucificado y una nueva lectura de su imagen.

La intervención en la obra, que es de madera pintada, ha comenzado con una primera fase de estudios previos que incluye el estudio radiológico de la talla y de la superficie policromada, con diferentes técnicas, según ha informado el Ministerio en nota de prensa.

El proyecto de restauración ha previsto la conservación de la segunda policromía, oculta hoy por una pátina artificial, y la protección de aquellas pequeñas zonas donde ha permanecido el color original.

Aunque es un crucificado, no se ha conservado la cruz. La anatomía ha sido trazada de forma esquemática —básicamente se resaltan los pectorales y costillas— y su cuerpo está parcialmente tapado mediante un paño anudado que llega hasta las rodillas.

Esta espléndida obra escultórica fue probablemente realizada en los inicios del siglo XIII y se corresponde con un gótico muy inicial que conserva elementos del románico precedente.

La rigidez y geometría de este estilo se aligera por la suave curva que proporciona el cruce de la rodilla flexionada y el pie derecho sobre el izquierdo, unidos por un solo clavo y de donde ha desaparecido el suppedaneum (apoyo de los pies) románico. La corona regia no ha sido sustituida aún por la de espinas y aunque el cuerpo aparece manchado de sangre, el rostro se mantiene sereno.