Los jóvenes de Pozuelo se han resignado a pasar unas fiestas rodeados de policías. No ven ningún problema en ser vigilados por cámaras en el recinto ferial. Incluso aceptan que no se pueda beber alcohol por las calles del pueblo. "Todo eso es lo de menos, lo importante es que no se anulen las fiestas", dicen. Pero las restricciones tienen un límite: los chavales del municipio no están dispuestos a consentir el toque de queda impuesto por el Ayuntamiento. "Podrán cerrar el recinto a las 12 de la noche, pero que no piensen que la gente se va a ir a su casa tan pronto", advierte Julio, de 18 años.

El Consistorio quiere evitar que se repitan los disturbios ocurridos el año pasado durante las fiestas patronales, cuando un grupo de jóvenes borrachos asaltó la comisaría del municipio y provocó daños en el mobiliario urbano. Para ello, ha extremado el control, con más policías, más vigilancia, y restricciones en el consumo de alcohol.

Pero la medida más polémica es la modificación de los horarios del recinto ferial. Hasta ahora, todos los días apagaban la música y dejaban de servir bebidas a las 3 de la madrugada, pero este año se adelantará el cierre a las 12 de la medianoche en los días laborables. La excepción será este lunes 6 de septiembre (día de la patrona, Nuestra Señora de la Consolación), que se cerrará a la 1.00 h; y los fines de semana, cuando se seguirá alargando la fiesta hasta las 3 de la madrugada.

"Está bien que pongan controles para que no haya problemas, pero supongo que la gente se buscará la forma de seguir de fiesta fuera del recinto ferial", apunta Richard. Mientras, otros chavales creen que el cierre temprano de la feria puede traer más problemas que beneficios: "A lo mejor se lía precisamente por eso. No es lógico que acaben tan pronto. Lo que van a conseguir es que la gente siga bebiendo por las calles del pueblo, en lugar de tenerlos controlados en el recinto".

El consumo de alcohol sólo estará permitido dentro del perímetro ferial, situado entre el Camino de las Huertas y la calle Islas Canarias. Para garantizar que se cumpla esta norma, el Ayuntamiento ha colocado vallas a su alrededor. La Policía se situará en las puertas y prohibirá la entrada o salida con botellas de cristal o bebidas alcohólicas. Tampoco dejarán entrar a personas con síntomas de haber ingerido drogas o alcohol.

Focos y cámaras de 360o

El parque contiguo a la feria estará iluminado con potentes focos para que los vándalos no se amparen en la oscuridad. Además, dos cámaras situadas en los extremos del recinto vigilarán cualquier incidencia que se produzca durante la semana festiva. Los dispositivos estarán conectados con la comisaría de Policía Municipal, para que los agentes vean lo que ocurre en tiempo real. Las cámaras girarán 360º para poder controlar todo el perímetro.

El Ayuntamiento, pendiente del juez

El Ayuntamiento de Pozuelo está pendiente de una sentencia judicial que podría ordenar el traslado del recinto ferial a otra zona del municipio. La Asociación de Vecinos contra el Ruido demandó al Consistorio por las molestias que sufren durante las fiestas en los alrededores del Camino de las Huertas y el anfiteatro. Un juez ordenó que cambiarán de ubicación, pero el Ayuntamiento ha recurrido, por lo que la sentencia todavía no es firme.