Restaurados los muros del fortín de San Bartolomé, futuro Centro de Interpretación de las Murallas

La Comisión de Urbanismo, encabezada por la alcaldesa y la delegada del Gobierno, ha visitado las obras

La restauración de los muros de piedra del fortín de San Bartolomé, que acogerá el futuro Centro de Interpretación de las Murallas de la ciudad, ha sido ya finalizada. Este fortín, situado al final del parque de la Medialuna y frente al baluarte de Labrit, está previsto sea rehabilitado para principio de 2011.

Los trabajos se han centrado tanto en los muros interiores como en los exteriores del fortín así como en la contraescarpa. Han consistido en la eliminación de elementos vegetales, acciones de limpieza -mediante cepillado y aplicación de biocida-, rejuntado de piedra con mortero de cal y arena de río y restitución de los sillares dañados. Además, se han restaurado las escaleras que sirven para acceder al camino cubierto y parque de la Media Luna.

En la actualidad, las obras continúan con la reconstrucción de las cañoneras (20 en total) y con la excavación y reparación de los pavimentos del fortín (1.137 m2) y de su exterior (674 m2), rehabilitando o colocando nuevos suelos de adoquín y losa de piedra. También se instalará una red de saneamiento.

Asimismo, se han comenzado con los trabajos en las casernas o bóvedas existentes en el interior del fortín y que en el futuro albergarán los espacios expositivos. El área expositiva alcanzará los 220 m2 distribuidos en cinco espacios, cada una de ellos dedicado a un punto de visto concreto del recinto amurallado de Pamplona.

Una vez culminada la rehabilitación se colocará un sistema de riego con aspersores programables y se replantará la zona de pradera vegetal (865 m2). Asimismo se instalará un sistema de iluminación para todos los lienzos (tanto en el interior como en el exterior del revellín), inexistente actualmente. o

Bras del fondo estatal

La Comisión de Urbanismo, encabezada por la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y por la delegada del Gobierno, Elma Sáiz, ha visitado el estado de unas obras que además de la creación de los nuevos espacios expositivos incluye la rehabilitación de todo el fortín, que alcanza los 4.500 m2. Los trabajos afectan tanto a las casernas interiores como a la escarpa exterior y a todos sus elementos (troneras, cañoneras, gola o parte posterior del fortín y puestos de observación).

Las obras, que fueron adjudicadas en 1.732.500 euros, están englobadas en el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (Plan E). Están siendo realizadas por la UTE Fortín de San Bartolomé ALZ que forman las empresas Construcciones Aranguren S.A., Construcciones Leache S.L. y Construcciones Zubillaga S.A. El proyecto ha sido redactado por el arquitecto municipal José Ignacio Alfonso Pezonaga y por los arquitectos Marta y Miguel Monreal Vidal.

De esta forma se estás recuperando una construcción cuyos orígenes documentados se remontan a 1641 aunque su comienzo real no fue hasta 1726, lo que le convierte en la última defensa que se completó en Pamplona.

Barcina ha señalado, durante la visita, que Pamplona cuenta con un "gran patrimonio", "unas murallas que no podíamos visitar en su conjunto pero aquí en este baluarte vamos a tener un centro de interpretación". Un centro en el que "se va a explicar cómo han sido las murallas construidas a lo largo de la historia, qué significa una ciudad amurallada..., un espacio recuperado además para que desde aquí se inicie el paseo a las murallas que luego va a tener lugar con esa pasarela que estamos construyendo junto a Labrit".

"Se podrán recorrer las murallas por detrás de la Catedral, llegaremos al Archivo de Navarra, terminaremos en la Taconera, casi en la Ciudadela, un gran recorrido de murallas en Pamplona que se van a explicar en este centro que ahora visitamos, en este baluarte que estamos recuperando gracias a los fondos del Gobierno de España", ha recordado. 5

Espacios expositivos diferenciados

El futuro Centro de Interpretación de la Murallas está enclavado dentro de la propia fortificación, de la que se ha querido respetar su esquema tradicional. El fortín, también denominado luneta, cuenta con cinco salas abovedadas o casernas que en su origen eran almacenes de productos como pólvora o víveres, además de servir de espacio de estancia para los soldados de la guardia. Cuatro de ellas miden 5x10 metros y una quinta es de 2,5x8 metros.

Este centro complementará www.murallasdepamplona.com, el nuevo espacio en internet sobre las murallas de Pamplona que recoge toda la información acerca de este patrimonio monumental, su historia, sus distintos elementos, sus características y funciones. Además ofrece un plano detallado, recorridos virtuales, galerías fotográficas, propuestas de rutas turísticas y todas las novedades relacionadas con las murallas.

La puerta de acceso al Centro de Interpretación se situará en el centro del lienzo que da acceso al revellín. De frente el visitante encontrará la caserna centrada en la evolución de las murallas de Pamplona, una sala multivisión que describirá la evolución de la situación estratégica y militar de Pamplona desde el nacimiento de la ciudad, en el 74 o 75 ac., pasando por la pérdida de su independencia en el siglo XVI y la modernización de sus fortificaciones para enfrentarse a las tropas francesas hasta avanzar en siglo XX y recrear la recuperación del patrimonio amurallado de la ciudad en la última década. HISTORIA,

Técnicas constructivas,

Otras fortificaciones...

El resto de espacios se distribuirán a la izquierda del central (uno) y a la derecha (tres). Uno de ellos contendrá materiales audiovisuales y paneles que analizarán el aspecto social y humano y presentará las murallas desde un punto de vista etnológico y etnográfico y su contextualización en sus sucesivas épocas. Una segunda bóveda se centrará en la relación de las fortificaciones de Pamplona con otras realizadas en distintos lugares del mundo como Italia, Francia o América.

La tercera de las casernas hará un recorrido por las ciencias de la fortificación y las técnicas constructivas desde la muralla romana hasta el Renacimiento, y la vinculación de sus técnicas constructivas con el arte militar y las estrategias bélicas. En la última bóveda se situarán los servicios de apoyo (aseos, almacén y puesto de control).

El museo estará configurado como una muestra didáctica e interactiva con contenidos en castellano, euskera e inglés. En cada caserna habrá un detector de presencia para favorecer el ahorro de energía cuando en la sala no haya público. Para evitar afecciones a la muralla, los cableados y la tecnología necesaria para los contenidos audiovisuales se dispondrán en el trasdós de los paneles. Todo ello quedará completado con un cañón histórico que permitirá comprender el funcionamiento de las cañoneras y que servirá de punto de inicio al paseo por los espacios amurallados de la ciudad.

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