Cinco muertos, 24 heridos graves y 48 leves es el balance provisional de dos choques en cadena registrados en la autopista A-25, en el municipio de Sever do Vouga, a unos 250 kilómetros al norte de Lisboa, según ha informado este lunes la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) lusa.

Ambas colisiones se produjeron en la zona del nudo de Talhadas a un kilómetro de distancia entre sí, una en el sentido de las ciudades Aveiro-Viseu, en la que se vieron involucrados 46 vehículos y se saldó con cuatro fallecidos, y otra en el sentido opuesto, que implicó a 19 y en el que hubo un muerto. De momento se desconocen las causas de los accidentes, aunque las autoridades apuntaron que pueden estar relacionados con "las primeras lluvias" y con la neblina detectada en la región.

Diez vehículos ligeros y dos pesados se incendiaron y provocaron el corte de 15 kilómetros de la A-25, una de las principales arterias de Portugal que cruza de oeste a este el país hasta la frontera con la región española de Castilla y León.

Escenario dantesco

En las labores de socorro intervinieron 184 bomberos, más de 50 vehículos y tres helicópteros, que tuvieron dificultades para sobrevolar la zona por la escasa visibilidad debido a la niebla. Según la ANPC, el ministro de Administración Interna de Portugal, Rui Pereira, y el secretario de Estado de Protección Civil, Vasco Franco, se desplazaron al lugar de los hechos.

Testigos del siniestro describieron a las televisiones lusas un escenario dantesco, al que el Instituto Nacional de Emergencia de Portugal (INEM) envió 18 médicos para trabajar sobre el terreno. Además de los 24 heridos graves, 33 leves ya han sido trasladados a hospitales cercanos y a los de las ciudades de Coimbra (centro) y Lisboa.

Según informaciones recabadas por los medios lusos, dos de los cinco fallecidos eran niños y al menos tres de las víctimas murieron carbonizados.