El arbitraje al que se han sometido la sociedad pública Arabat y la Unión Temporal de Empresas (UTE) que construyó el tramo Etxabarri-Luko de la autopista AP-1, ha concluido con la aceptación de parte de la reclamación de dichas empresas, por lo que de los 8,6 millones de euros que solicitaban, se ha estimado procedente el pago de 3,1 millones.

Por otra parte, Arabat ha recibido notificación judicial de la demanda interpuesta por la UTE Luko-Arlaban, integrada por Dragados, FCC y Yarritu, constructoras del tramo Luko-Arlaban de la AP-1, que reclaman 31 millones de euros, según ha informado la Diputación en un comunicado.

Dado que agosto es judicialmente inhábil, la respuesta de la parte demandada no se producirá hasta septiembre. En cualquier caso, para el diputado de Obras Públicas y Transportes, Luis Zarrabeitia, la resolución del arbitraje demuestra que "la Diputación defiende los intereses de Álava, ya que la cantidad final aceptada es sensiblemente inferior a la solicitada".

Además, a su juicio, también se ha evidenciado que cuando el PP estaba al frente de la Diputación, no se realizó "un seguimiento de la obra que, en lo que respecta al tramo Etxabarri-Luko, ha concluido con un 20 por ciento de desvío" en el presupuesto.

La UTE Etxabarri-Luko, formada por Ferrovial-Lanbide- Copalsa, solicitaba un abono de 8,6 millones de euros superior a lo certificado en su día para dicha obra, de los que el arbitro ha estimado aceptar 3,1 millones.