Arenas remitirá a Griñán en septiembre las líneas alternativas del PP-A para los Presupuestos andaluces de 2011

Pide al presidente que se quede en la Casa Rosa y no ocupe en este verano el Palacio de San Telmo
Javier Arenas
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EP
Javier Arenas

El presidente del PP-A, Javier Arenas, ha anunciado que en septiembre remitirá al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, las líneas alternativas de su partido de cara al Presupuesto de la comunidad para 2011.

En una entrevista con Europa Press, Arenas ha manifestado que, de septiembre a diciembre, va a intentar que "sea el cuatrimestre de la alternativa" y que además el PP-A va "a poner mucho el acento en ayudar en lo que podamos al Gobierno hasta las elecciones". "Si el Gobierno no deja de mentir, es imposible ayudar", según el dirigente popular, que se refirió a "la triple agenda oculta" de Griñán sobre recortes sociales; recortes en materia de inversión, y sobre la subida de impuestos para todos los andaluces.

"Podemos ayudar en lo que podamos, siempre que se diga la verdad y que se vaya en la buena dirección", dijo el presidente del PP-A, para quien Griñán, cuando ve a diario las propuestas del PP-A, "sale corriendo y les huye" porque cree que a los populares les beneficia mucho alcanzar acuerdos con el PSOE, cuando a quien realmente "le beneficia es al Gobierno".

Dijo que en septiembre le remitirá a Griñán las líneas alternativas del PP-A a los presupuestos andaluces y que también le hará la oferta sobre el pacto "presupuestario en materia de educación", apuntando que estaría justificado un mayor endeudamiento de la Junta, siempre que sea dirigido "a recursos que permitan mejorar la calidad educativa en Andalucía".

La alternativa presupuestaria del PP-A, según explicó, pasa por "exprimir toda la capacidad de ahorro de la Junta de Andalucía, incluyendo el sector público empresarial". "Se trata de exprimir los presupuestos, buscando reducciones de gasto corriente y excluyendo recortes en educación, sanidad y servicios sociales", indicó Javier Arenas, para quien "quitando esos tres apartados, lo demás hay que exprimirlo con todas las consecuencias y que salga mucho jugo austero de esa operación". Dijo que dará a Griñán propuestas "muy concretas" en esa materia.

A juicio del presidente del PP-A, Griñán se debería quedar en la Casa Rosa y no aprovechar este mes de agosto para instalarse en el Palacio de San Telmo. "El presidente tiene que trabajar en un posible convenio entre la Junta y el Ayuntamiento de Sevilla para que las instalaciones de San Telmo se queden como una gran referencia para los ciudadanos en cuanto a usos culturales, mientras que alguna zona sí se podría dedicar a tarea administrativa y el palacio incluso se puede utilizar para atender a personalidades de reconocido prestigio en el mundo que visitaran Andalucía", ha propuesto.

"Con la Casa Rosa da más que de sobra para que el presidente tenga un lugar de trabajo digno", dijo Arenas, quien insistió en que Griñán "no debe ir al Palacio de San Telmo, que es un gran monumento al despilfarro".

Tendencia del cambio

De otro lado, Javier Arenas ha manifestado que está claro que en estos momentos "hay una tendencia al cambio en Andalucía, como coinciden varias encuestas, que es imparable y se puede percibir a diario en la calle". La primera reacción del PSOE-A ante esa tendencia del cambio, según Arenas, fue un "fiasco", ya que intentó hacer ver a la sociedad que representaba el cambio poniendo como líder al frente del partido a José Antonio Griñán, "que es de la misma generación que Manuel Chaves y que lleva 30 años en cargos de la Junta".

Para Arenas, sin duda, "esa operación, que fue la primera reacción del socialismo frente a la tendencia del cambio en Andalucía, ha fracasado rotundamente", de manera que los socialistas han entrado en una segunda fase que consiste "en criticar de la manera más virulenta posible al Partido Popular".

"El PSOE-A dedica más tiempo hoy a descalificar al PP que a gobernar", según Arenas, quien auguró que, en los próximos meses, la estrategia del PSOE-A "va a ser equivocada porque, en la medida en que pase el tiempo, va a ir radicalizando la vida política andaluza y descalificando más a la oposición, lo que precisamente le va a ir separando cada vez más de la calle y de la sociedad, que quiere a los políticos centrados en resolver la crisis".

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