La gerente del proyecto de reforma de la Platja de Palma, Margarita Nájera, ha anunciado este viernes que el Plan de Reconversión de esta importante actuación será aprobado en junta rectora, previsiblemente, el próximo viernes y será presentado públicamente el día 2 de agosto.

Nájera ha hecho estas declaraciones al finalizar un acto en el Consolat de Mar en el que todas las formaciones políticas con representación en el Parlament han rubricado un acuerdo por el que dan su apoyo público y unánime a este proyecto de remodelación.

La comisionada del Gobierno para llevar a cabo esta reforma ha señalado que el próximo martes se aprobará de forma definitiva en el Parlament la Ley de medidas para la revalorización integral de la Platja de Palma, después de que el pasado 20 de julio fuera aprobada en la Cámara balear, con el asentimiento de todos los grupos, la toma en consideración de la futura normativa.

Nájera ha destacado que el hecho de que todos los grupos políticos se hayan puesto de acuerdo para sacar adelante este proyecto dota al mismo de "confianza", la cual ha apuntado que será necesaria para atraer la inversión, tanto pública como privada, necesaria para sacar adelante el proyecto.

La gerente ha explicado que la futura ley permitirá al Consorcio para la reforma de la Platja de Palma gestionar desde el punto de vista urbanístico las necesidades de este proyecto. "Será un instrumento poderoso que otorga al Consorcio de la Platja de Palma la capacidad de impulsar modificaciones urbanísticas y de reordenación que permitirán dar respuesta a la reconversión", eso sí, "sin perder las competencias que tienen los ayuntamientos", ha apostillado Nájera, quien ha matizado que las decisiones de los consistorios implicados -Palma y Llucmajor- serán "vinculantes".

Apoyo de todos los grupos

El acuerdo político de apoyo al proyecto de remodelación de la Playa de Palma alcanzado este viernes ha sido suscrito por el presidente del Govern, Francesc Antich; el presidente del PP balear, José Ramón Bauza; el líder de UM, Josep Melià; el del Bloc, Biel Barceló; así como por la portavoz de Eivissa pel Canvi, Esperança Marí. El diputado de AIPF, Josep Mayans, no ha podido acudir al acto, si bien ha expresado que se suma a este acuerdo.

Durante su intervención, Antich ha destacado que para el Govern la reforma de la Platja de Palma es una "política de Estado" que precisará de "continuidad" en el tiempo sea cual sea el partido político que gobierne. Por este motivo, ha resaltado la relevancia de que todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria se hayan sumado a este acuerdo. "Este país avanzará a golpes de consenso", ha apostillado el presidente.

Asimismo, ha indicado que desde las Islas Baleares "se quiere reiventar el turismo" para ser capaces de dar respuesta a las nuevas necesidades y ha apuntado, en este sentido, la importancia de diversificar el sector servicios.

El líder de los 'populares', por su parte, ha indicado que "proyectos de Estado como éste hacen posible que la ciudadanía valore y piense que las fuerzas políticas, independientemente de su ideología, están por encima de esta competencia y están a disposición de los ciudadanos".

Barceló ha recordado que la Platja de Palma ha sido y es una de las zonas turísticas de referencia del Mediterráneo, a pesar de que actualmente se trata de un área madura que precisa de inversión para volver a ser un referente turístico, así como un destino "pionero" en temas como el de la sostenibilidad o el respeto al medio ambiente.

El presidente de UM ha reivindicado la necesidad de que se lleve a cabo la reconversión de la Platja de Palma y ha puesto en valor el papel que tienen los poderes públicos para apoyar estos proyectos.

El proyecto de reforma de la Platja de Palma tiene un plazo de diez años y un presupuesto de 3.000 millones de euros, de los cuales 1.000 millones serán aportados por las instituciones públicas y el resto por el sector privado.

El objetivo de este Plan de Reconversión es que la Playa de Palma deje de ser un destino de turistas con bajo poder adquisitivo, teniendo en cuenta que, en la actualidad, esta zona de la capital balear continúa con los mismos criterios turísticos que en los años 50 o 60, cuando comenzaron a llegar los primeros visitantes.