Así lo ha detallado este lunes el presidente de la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (Segittur), Javier Bustamente, durante un encuentro con los medios de comunicación para hacer balance del primer año de aplicación de este proyecto, desplegado en las comunidades de Andalucía y Baleares. Bustamente ha indicado que aún se mantienen conversaciones con el Govern balear para fijar las plazas para la siguiente edición.

Según los datos del informe ejecutivo sobre el impacto económico del programa, los turistas europeos que recalaron en Baleares en el marco de dicho programa han generado más de 56.000 pernoctaciones en hoteles de la comunidad. Otra de las conclusiones es que Calvià es uno de los destinos más demandados por los turistas.

En el caso de Baleares, destaca la llegada de turistas procedentes de Polonia, Grecia y Rumanía dado que han propiciado la llegada de más de mil visitantes cada uno de estos países, seguida de Italia (más de 900 turistas) y Bulgaria (con más de 700 visitantes). Por el contrario, Bélgica y Eslovaquia son los países con menor volumen de turistas en las islas. En total, se estima la recepción de 7.437 turistas europeos en la comunidad.

Según Bustamante, la próxima temporada se intentará reforzar la asociación de Baleares con el ámbito cultural del país, puesto que en la primera edición del Turismo Senior se aprecia que los visitantes europeos relacionaban más a Andalucía con los patrones culturales de España, motivo éste que puede explicar el mayor volumen de turistas que han recalado en la comunidad andaluza. No obstante, destacó que ha habido casos como el de Rumanía donde las islas parecen que son muy conocidas.

Además, ha apuntado a que para la siguiente edición del programa Turismo Senior Europa se prevé dedicar 14 millones de euros con un total de 111.000 plazas, con la incorporación de destinos de la Comunidad Valenciana e Islas Canarias.

Programa rentable

A nivel general, la primera edición del Programa Piloto Turismo Senior Europa atrajo a España a un total de 43.952 turistas mayores de 55 años y procedentes de 15 nacionalidades diferentes, que generaron un impacto económico agregado de 22,5 millones de euros en destino.

Según ha recordado Bustamante, las administraciones públicas, Turespaña y las Comunidades Autónomas invirtieron 5,2 millones de euros en esta edición del programa —frente a los 10 millones de euros originalmente previstos—, de los que se recuperaron 6,9 millones de euros (1,32 euros por euro invertido).

Además, el programa ha aportado alrededor de 1,2 millones de euros en el resto de administraciones europeas (0,23 euros por euro invertido), lo que supuso una rentabilidad total de 1,55 euros en el conjunto de instituciones europeas por cada euro invertido por la administración española.

La iniciativa ha permitido, asimismo, crear o mantener 609 puestos de trabajo directos en el sector turístico del destino, y generó su superávit de 24,2 millones de euros en la balanza por cuenta corriente.

El coste del paquete total ha ascendido a 18,9 millones de euros, de los que un 65% (12,2 millones de euros) correspondieron al destino y un 35% (6,6 millones de euros) se produjeron en los países de origen. Por su parte, el gasto por persona y día fuera del programa se situó en 34,02 euros.

Resultados positivos

Bustamante ha incidido en que los datos de este primer año del programa son positivos, ya que "el objetivo era más cualitativo que cuantitativo, pues lo importante era crear una gran red".

Asimismo, ha señalado que en esta primera edición el desconocimiento de la oferta y la falta de comercialización fueron las causantes de que sólo se cubriera alrededor de la mitad de las plazas ofrecidas, mientras que para este segundo año "el objetivo es llegar a las 100.000 plazas".

"Si el producto es bueno, la gente repetirá y se lo dirá a sus amigos; la meta es crear la necesidad de viajar y generar un mercado paralelo en temporada baja", ha añadido Bustamante.