'Lluvia', de Eva Yerbabuena, convierte el Teatro Romano de Mérida en un tablao flamenco bajo influencias lorquianas

El espectáculo 'Lluvia', que ha inaugurado este viernes la 56 edición del Festival de Mérida, ha convertido la escena del Teatro Romano en un tablao flamenco bajo una estética propia del dramaturgo Federico García Lorca, un homenaje a la melancolía que ha estado acompañado por un exquisito repaso a todos los palos flamencos.
Festival Teatro Mérida
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EUROPA PRESS
Festival Teatro Mérida

El espectáculo 'Lluvia', que ha inaugurado este viernes la 56 edición del Festival de Mérida, ha convertido la escena del Teatro Romano en un tablao flamenco bajo una estética propia del dramaturgo Federico García Lorca, un homenaje a la melancolía que ha estado acompañado por un exquisito repaso a todos los palos flamencos.

Unas 1.000 personas han asistido en la noche del viernes al ballet flamenco, encabezado por la bailaora granadina Eva Yerbabuena y acompañada de un cuadro flamenco de baile, cante y toque que han deleitado al espectador con una mezcla de flamenco actual, danza contemporánea y ritmos tradicionales.

'Lluvia', una producción de 'Eva Hierbabuena' S.L de 90 minutos de duración, no ha dejado indiferente a nadie y ha dado que hablar a todos los asistentes. Ha sido criticada por el público más exigente, que ha echado en falta un espectáculo con una verdadera esencia grecolatina en la inauguración de la edición del festival marcada por el centenario de las excavaciones de las ruinas del teatro romano. También ha emocionado a otra parte del público que ha vibrado con la fuerza y el sentimiento de Yerbabuena.

La obra comienza bajo la oscuridad interrumpida de dos velas colocadas a ambos lados de la escena del teatro y un foco de luz que dibuja en el vomitorio la figura de una mujer: es Eva Yerbabuena. Bajo un desgarrador silencio, la protagonista baja cabizbaja hacia la escena, donde le espera un cuadro de baile.

Yerbabuena camina en un estado de semi inconsciencia, en una especie de vigilia que le acompaña durante su constante zapateo y los sonidos y los toques flamencos que animan a la melancolía y la soledad. Destaca su inspiración granadina, que evocan al espectador a un poema de Lorca, a un ambiente onírico en el que aparecen de manera constante alusiones a la noche, lo andaluz y lo gitano.

Como elemento decorativo aparece además la presencia de una mesa, un elemento que, según ha explicado a los periodistas después del estreno, es un elemento "muy importante en todos los sentidos, en una mesa se hacen muchísimas reflexiones". "Compartes, comes, discutes y otras muchas cosas y creo que es algo de lo que, por lo menos desde que tengo uso de razón, es en la que he apoyado muchísimo de mis alegrías, mis penas, incluso cuando he estado sola ha sido compañera y comparte más horas con nosotros casi que la gente que tenemos alrededor", ha explicado.

Evolución de la escena

La representación deja atrás el estado más conceptual y contemporáneo y pasa a transformarse en un tablao flamenco que simula un café de cante tradicional propio de principios del siglo XX, un espacio que traslada al espectador a una taberna o una peña flamenca presidida por un escenario de madera en la que las gitanas intercambian bailes a ritmo de tanguillos con los hombres.

Destaca la completa composición flamenca, compuesta a lo largo de la obra de tarantas, milongas, tanguillos, alegría y soleares y fandangos, así como una voz en 'off' que animan a la reflexión.

Sobre el nombre del espectáculo, 'Lluvia', ha explicado que, para ella, representa la vida y la muerte. "La que te hace reflexionar, la que te hace sentir cosas que llevamos cosas de las que nos llevamos la mayor parte de nuestro tiempo huyendo, tratando de no afrontar, son muchas las lecturas", ha añadido.

El espectáculo 'Lluvia', avalado por dos premios Max de las Artes Escénicas en 2009, puede verse hasta hoy sábado en el Teatro Romano de Mérida.

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