Esta pasada noche ya han sido atendidas las primeras 14 personas por el nuevo Servicio de Atención a Personas sin Hogar de Pamplona. Este servicio se está prestando en la calle González Tablas, número 8, en los locales del anterior Albergue de Transeúntes gestionado por Cáritas hasta que finalicen las obras del Centro de Atención a Personas sin Hogar que se está construyendo en Trinitarios con cargo al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local.

De las 14 personas que han pernoctado esta noche, diez se encuadran dentro del programa de itinerantes y cuatro, en el de empadronados en Pamplona, según ha informado el Ayuntamiento de Pamplona en una nota. Este servicio está atendido por Xilema. De esta forma, el Consistorio pamplonés ha unificado en el nuevo Servicio de Atención a Personas sin Hogar las actividades realizadas hasta ahora en tres programas distintos.

Por un lado, se ofrecen los Programas de Atención a Personas sin Hogar empadronadas en Pamplona, que se desarrollaban bajo el nombre 'A cubierto' en el Chalet de Caparroso. Por otra parte, se encuentran los servicios a personas transeúntes, que se llevaban a cabo, bajo un convenio firmado con Cáritas, en los albergues San Fermín e Isabetel.

Por último, también se ha integrado el servicio de Atención en Calle, que se llevaba a cabo en toda la ciudad así como en el local sito en la calle Tejería, con el objetivo ser referente de las personas en situación de sin hogar, y facilitar su acceso a los recursos de atención social.

El objetivo del Consistorio con esta unificación es ofrecer una atención integral a las personas sin hogar, tanto las empadronadas en Pamplona como aquellas que pasan por la capital navarra con carácter itinerante.

De este modo, el servicio ofrece a sus usuarios en un mismo espacio un lugar donde pernoctar y también acompañamiento, escucha y ayuda, convirtiéndose el nuevo edificio de Trinitarios en una referencia para todas las necesidades de ese colectivo.

Los servicios que aglutinan están dirigidos a personas entre 18 y 65 años en situación de exclusión social, tanto aquellas que acudan por su propia iniciativa como las derivadas de los servicios sociales municipales o de Policía Municipal.