El ex máximo accionista del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, que compareció este miércoles en calidad de imputado por un presunto delito societario en la gestión del club, aseveró hoy que "no hay ningún fundamento" para adoptar medida cautelar alguna, tal y como solicitaron las asociaciones opuestas al ex dirigente, presentes como acusaciones particulares en la causa, y advirtió de que quien la solicite "deberá hacer frente a los perjuicios que ocasione".

En un comunicado remitido hoy a los medios de comunicación por el que fuera director de comunicación del Betis, Iván Larriba, se señala que "ninguna de las asociaciones solicitantes ofreció la necesaria caución para responder de los graves daños que la medida de intervención que solicitaron podría ocasionar, poniéndose de manifiesto que carecen de respaldo patrimonial para responder de los daños y perjuicios que su actuación procesal puede ocasionar".

Al hilo de ello, añade que el Ministerio Fiscal "se opuso a que se tomara ninguna medida por entender que se habían imputado hechos de dudosa tipicidad y en su criterio probablemente prescritos, debiendo esperar a la presentación de la pericial completa, por cuanto que a la vista de los documentos que se han aportado recientemente podría ser que se determinara finalmente que no se han producido perjuicios".

Tras dejar claro que Lopera "en ningún momento ha dejado de ponerse a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 tanto en su persona como con su patrimonio, desde que hace dos años y medio se inició esta causa", pone de manifiesto también que este miércoles fue la primera vez que la juez de Instrucción Mercedes Alaya citaba al ex máximo accionista del Betis, una primera citación que normalmente se produce días después de la denuncia y que, en este caso, ha tenido lugar dos años y medio más tarde".

Alabanzas a la juez alaya

De igual modo, en este comunicado se traslada la felicitación de Lopera a la juez por "su trabajo riguroso, su esfuerzo y su trato exquisito", y califica de "falso" que, durante su declaración, "hubiera hecho una valoración apocalíptica de la situación del club, pues lo único que realmente dijo es que puede ser que le echen de menos". Igualmente, tacha de "falso" que Lopera "hubiera estado nervioso o incluso hubiera faltado al respeto a la juez. "Muy al contrario, toda la declaración discurrió en términos de cordialidad y respeto, salvadas algunas discrepancias jurídicas en los momentos iniciales", apostilla.

Explica que los hechos que le imputaron en el día de ayer "se refieren a los años 1992 a 1998, es decir, hace 12 años, y se basan exclusivamente en una parte de un informe pericial en elaboración, que no ha sido ratificado aún a presencia judicial, y que incurre en graves incorrecciones en el análisis de los hechos", al tiempo que lamenta "que persistan en su actitud quienes de manera intencionada confunden a los periodistas y, a través de éstos, a toda la opinión pública, con la intención de procurar su desprestigio", anunciando así "la utilización de todos los medios a su alcance para resarcirse de los graves daños morales que desde hace más de dos años le vienen ocasionando de ese modo".

Finalmente, Lopera reitera su "absoluta" confianza en el "riguroso" esfuerzo que están realizando tanto el Juzgado como la Fiscalía "para aclarar todos los hechos", y confía en que "pueda quedar a la mayor brevedad acreditado que toda su actuación durante 18 años se ha dirigido a defender de la mejor manera posible los intereses de la entidad, por la que siente un profundo y antiguo afecto y que ha tenido el honor de dirigir".