La CEAR trasladará a 25 cubanos, entre disidentes y familiares, a un centro de la provincia

Un total de 25 cubanos, entre disidentes excarcelados y familiares de éstos, que llegarán a España entre hoy y mañana serán trasladados a un centro de la provincia de Málaga, según ha avanzado este martes la presidenta de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), María Jesús Arsuaga.

Un total de 25 cubanos, entre disidentes excarcelados y familiares de éstos, que llegarán a España entre hoy y mañana serán trasladados a un centro de la provincia de Málaga, según ha avanzado este martes la presidenta de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), María Jesús Arsuaga.

En declaraciones a Europa Press, Arsuaga ha explicado que la organización se hará cargo de este grupo, que podrá residir en el centro malagueño hasta que reciban la documentación para su residencia legal en España y con ella, accedan al mercado laboral.

El programa, que CEAR utiliza tanto para solicitantes de asilo o refugio como para inmigrantes "en situación vulnerable", incluye el alojamiento y la manutención, la escolarización de los menores, atención sanitaria y orientación sociolaboral, además de apoyo psicológico porque "en muchos casos han sufrido situaciones que han roto su equilibrio personal", conforme ha señalado Arsuaga.

Este martes han llegado a Madrid los primeros siete disidentes cubanos excarcelados, junto a sus familias, y han atribuido su liberación a la lucha que su compañero fallecido Orlando Zapata Tamayo, el periodista independiente Guillermo Fariñas y el exilio han librado en favor de una apertura de las libertades en la isla.

Pablo Pacheco Avila y otros seis compañeros con diversos problemas de salud, Omar Ruiz Hernández, Antonio Vilarreal Acosta, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque, Ricardo González Alfonso y Lester González Pentón, han comparecido en una multitudinaria rueda de prensa a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas.

Tras posar ante las cámaras haciendo la señal de la victoria con sus dedos índice y corazón y en aparente buen estado físico, Julio César Gálvez ha leído un comunicado en nombre de los 75 intelectuales, periodistas y opositores que fueron detenidos en la ola de represión de 2003, grupo al que él pertenece. El Gobierno cubano se ha comprometido a liberar a 52 de ellos que siguen en las cárceles.

En ese comunicado han afirmado que la apertura del proceso de diálogo entre el régimen castrista y la Iglesia cubana que ha permitido su salida de la cárcel "ha sido posible por la lucha y el apoyo decidido de miles de cubanos en aras de la libertad, la democracia y la paz".

Dentro de esta lucha, han dirigido una mención especial al "martirologio de Orlando Zapata, la demanda de Guillermo Fariñas por 135 días de huelga de hambre" y "la fe y la resistencia inquebrantable de las Damas de Blanco y el exilio cubano (...) con la participación importante de la Iglesia cubana", encabezada por el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega. También han agradecido la labor de acompañamiento del Ejecutivo español en este proceso.

Unos cinco presos se niegan a ser desterrados

"Detrás de nosotros han quedado 45 hermanos de los sucesos de marzo de 2003 en Cuba y muchos prisioneros políticos en cárceles de la isla así como algunos hospitalizados en espera de su arribo a España junto a sus familiares y otros que no desean abandonar la tierra que los vio nacer", han añadido. Fuentes diplomáticas españolas cifran en unos cinco los presos políticos que se han negado a viajar al extranjero.

Los excarcelados han afirmado "tener la esperanza" de que "los que quedan en Cuba gocen de las mismas libertades" que ellos tienen ahora que han llegado a España en un momento en el que consideran que se abre "una nueva etapa para el futuro de Cuba y de todos los cubanos".

En respuestas a la prensa, otro de los excarcelados, Ricardo González Alfonso, ha señalado que no se sentían "manipulados" por el régimen y ha reconocido que "en un proceso de diálogo hay quien cede de una parte y quien cede de lo otro". "El exilio para nosotros es una prolongación de la lucha", ha agregado.

En su opinión, el proceso abierto entre la Iglesia cubana y las autoridades castristas, con el acompañamiento de España, supone "un paso" que "no será el último" hacia "el cambio", que debe empezar con la "libertad" para todos los cubanos.

El secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, que ha comparecido junto a ellos, ha precisado que a este grupo de excarcelados se les dará una "protección subsidiaria" por parte del Gobierno español, que trabajará para "facilitar su plena integración en la sociedad española".

Junto a CEAR, Cruz Roja Española y Accem, que trabaja con refugiados e inmigrantes, les prestarán ayuda, tanto a ellos como a los próximos excarcelados que vayan llegando en los próximos días con sus familias. Mañana se espera que aterrice en España otro grupo de 20 personas y el jueves, otro de 24.

Según el Arzobispado de La Habana, ascienden a 20 los presos políticos que han accedido a viajar a España después de que el régimen castrista anunciara su disposición de poner en libertad a 52 disidentes del Grupo de los 75 que permanecían en las cárceles cubanas.

Irán a centros de acogida

El responsable de Inmigración de Cruz Roja, José Javier Sánchez, ha explicado a Europa Press que las familias de las que se ocuparán pasarán dos o tres días en un hostal de Madrid y después serán derivadas a algún centro de acogida de los que esta organización tiene repartidos por la geografía española, en función de las plazas disponibles.

Allí Cruz Roja se hará cargo de su manutención, les dará un pequeño apoyo en ayuda de bolsillo (unos 50 euros por persona al mes, aunque depende de cada caso) y les ofrecerá "apoyo médico y psicológico si fuera necesario", así como asesoría y cursos de formación profesional para aquellos en edad de trabajar, y ayuda para la escolarización de los menores.

"Tratamos de que tengan todas las necesidades básicas cubiertas" hasta que consigan integrarse en nuestra sociedad, añade Sánchez, que ha indicado que estas familias podrían permanecer unos seis meses en el centro de acogida hasta que encuentren una vivienda. En ocasiones y en función de cómo se desarrolle el proceso de integración, la ONG de acogida les sigue prestando una ayuda para pagar el alojamiento una vez abandonan el centro de acogida.

Estas prestaciones, precisa Sánchez, las ofrecen en base a un programa financiado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para inmigrantes, solicitantes de asilo, refugiados, apátridas y aquellos extranjeros que el Gobierno haya decidido acoger por razones humanitarias.

Tanto los excarcelados como sus familiares podrán obtener el permiso de trabajo y residencia en España. Los presos liberados no serán asilados políticos, por lo que podrían regresar a la isla si el régimen les autorizara a ello. Sus familiares pueden entrar y salir de Cuba libremente, según fuentes diplomáticas.

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