La presidenta del Consejo de Juventud de las Islas Baleares (CJIB), Marta Carrió, ha criticado este domingo que la ordenanza antibotellón que está elaborando el Ayuntamiento de Palma no se plantee el botellón como un "problema de salud pública", sino que las propuestas vayan dirigidas únicamente a "mover de lugar" este fenómeno y a la intervención de la Policía Local y/o portuaria para evitar que se lleve a cabo en el Paseo Marítimo.

En un comunicado, Carrió ha considerado que las soluciones contra el botellón deben enfocarse a "evaluar, identificar y corregir las causas", razón por la cual, el CJIB ha recogido durante la pasada noche la opinión de los jóvenes sobre la situación del botellón en la capital balear y sobre la Ordenanza reguladora de la actuación municipal para el fomento del civismo y la convivencia ciudadana en relación a este fenómeno, que prepara el Consistorio de Palma.

Así, ha explicado que la instalación de un stand en el Paseo Marítimo de Palma fue el último de los espacios informativos y de opinión que se han organizado a lo largo de esta semana en diferentes lugares de Palma para facilitar a la juventud dos canales de comunicación: (#botellada) en twitter (http://twitter.com/conselljoventut) y botellada 2.0 en facebook (http://www.facebook.com/ConsellJoventut), para recoger su voz.

Carrió ha anunciado que el foro acabará con un encuentro de entidades juveniles de Palma el próximo jueves, 15 de julio, a las 19.00 horas en la sede del CJIB (c/Ausiàs March, 3 bajos), con el fin de elaborar las enmiendas a la citada Ordenanza.

Por su parte, la teniente de alcaldesa y concejala de Relaciones Institucionales, Turismo, Comercio y Consumo de Palma, Joana Maria Borràs, admitió el pasado lunes que la futura ordenanza municipal contra el botellón no prohibirá esta práctica de manera "drástica", tal como se ha hecho en otras ciudades, sino que se tratará de "concienciar a los jóvenes" para que no beban en la calle recuperando un espacio "emblemático" como el Paseo Marítimo para los turistas y los residentes.

Borràs recordó que en ciudades como Barcelona es "imposible hacer botellón" y, en esta línea, apuntó que "puede que la ordenanza que se apruebe en Palma no pueda estar a este nivel, pero se podrán dar pasos en esta dirección".

Concretamente, la ordenanza del civismo, que entró en vigor en la capital catalana en enero de 2006, establece que el consumo de bebidas alcohólicas está prohibido cuando "pueda causar molestias a las personas que utilizan el espacio público y a los vecinos" o bien cuando "se haga en envases de vidrio o de lata", sancionado con hasta 1.500 euros.

"recuperar el paseo marítimo"

Tras reconocer que desconoce cuándo podrá ser aprobada la ordenanza municipal, la regidora señaló que el objetivo del Consistorio es "recuperar el Paseo Marítimo de Palma erradicando los actos incívicos", si bien consideró que las medidas "represivas", como enviar a la Policía Local para disolver la concentración de jóvenes que practiquen el botellón "no son las más idóneas".

En este sentido, estimó que los jóvenes "también tienen cosas que decir" durante la elaboración de la citada ordenanza, dirigida por la regidora de Derechos Cívicos, Cristina Ferrer, quien está intentando consensuar esta normativa "con todos los partidos, sectores empresariales y asociaciones turísticas y vecinales".

No obstante, Borràs apuntó que es "muy difícil" lograr un consenso entorno al botellón, si bien indicó que el Consistorio continúa con su objetivo de poner en marcha un plan de acción de manera "inmediata" que ponga solución a un problema que "no es fácil de resolver".

Por su parte, un total de 14 asociaciones diferentes de comerciantes, hoteleros y vecinos afectados por el fenómeno del botellón se manifestarán el próximo 19 de julio a las 19.00 horas para exigir una "solución definitiva" a este tema, acto de protesta que repetirán todos los lunes, hasta que el Ayuntamiento apruebe la ordenanza que ya presentó y que contempla la creación de zonas de especial protección.