El constructor vigués Manuel T.V., de 54 años declaró hoy que se quería suicidar, pero, al sacar la pistola de su bolsillo para llevarla a la cabeza, el arma se disparó "accidentalmente" dos veces contra su amigo, el promotor Javier F.H. en el municipio de Oia (Pontevedra).

Así lo ha explicado este jueves en el juicio celebrado en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en el que entró acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa, pero finalmente la fiscal cambió la calificación a tentativa de homicidio.

Por ello, la fiscal encargada del caso, Carmen Nove, rebajó la petición de pena de 14 a 6 años de cárcel por los hechos sucedidos hace dos años en un chalé de Oia (Pontevedra). A esto sumó un año más por tenencia ilícita que armas.

La petición de condena contó con el acuerdo del abogado defensor y a la que dio su conformidad también el acusado, al tiempo que en encogía de hombros, porque sus argumentaciones no resultaron creíbles a las partes.

Dice que estaba amenazado por prestamistas

Según comentó el acusado, "llevaba una pistola en el bolsillo porque estaba amenazado por los prestamistas" y, como en el trabajo no le iba muy bien, dijo que decidió suicidarse delante de su amigo, con el que quedó para ver una obra que estaba realizando en su casa.

Quería suicidarse delante de una persona para que hubiera un testigo, comentó para asegurar: "alguien que pudiera contar luego lo que pasó". Esta explicación la reiteró el constructor durante el juicio al insistir en que no quiso disparar contra Javier F., aunque una bala pasó rozándole la cabeza y le produjo una erosión que le dejó como secuela una pequeña cicatriz.

Ambos, acusado y víctima, coincidieron esposados en este juicio, ya que Manuel Torres Veiga está en prisión provisional por este suceso, y Javier F.H. se encuentra en la cárcel a la espera de ser juzgado como presunto cabecilla de una red desmantelada por la Guardia Civil que extorsionaba y secuestraba a narcos de O Salnés.