El agua del Pirineo supondrá una subida del recibo del 2% en 2011, mayor calidad y una dureza del agua media

El recurso hídrico tendrá menos sulfatos, cloruro, sodio y calcio y permitirá mayor vida de los electrodomésticos

El agua del Pirineo que desde este jueves abastece al cien por cien a la ciudad de Zaragoza y su entorno, y que llegará a los hogares a lo largo de la próxima semana, va a suponer una subida del recibo de alrededor del dos por ciento en 2011, tendrá más calidad y será de dureza media.

El consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Equipamientos y Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, y la concejala de Infraestructuras y Ciclo del Agua, Lola Campos, han asistido hoy a la elevación total de la compuerta que da entrada al agua del embalse de Yesa —que se nutre del río Aragón— en la planta potabilizadora de Zaragoza ubicada en el barro de Casablanca.

Esta compuerta estaba abierta al 50 por ciento desde junio de 2009. Además, se ha cerrado la que daba entrada al agua del Canal Imperial de Aragón, que ahora sólo abastecerá a Zaragoza en caso de no poderse recibir agua de Yesa.

El consejero municipal Carlos Pérez Anadón ha explicado a los medios de comunicación que "a partir de hoy tenemos un agua completamente distinta, de muchísima más calidad, que necesitará menos tratamiento en la planta potabilizadora y que va a ser igual de accesible que lo era en estos momentos, con una repercusión en el recibo del ciudadano de entorno al dos por ciento" para 2011, que supondrá unos tres euros por familia al año.

Por su parte, la concejala de Infraestructuras y Ciclo del Agua, Lola Campos, ha resaltado que "vamos a tener un agua" que sigue el concepto tradicional de "incolora, inodora e insípida", de mayor calidad "y más saludable", un agua "más clara, con menos cloro y con menos componentes de otro tipo".

Así, ha precisado, desaparecen en un 90 por ciento sulfatos, cloruros y sodios y en un 60 por ciento sales de magnesio y calcio, con un agua de dureza media, frente a la de dureza alta de antes, que se notará en una mayor vida de los electrodomésticos, al haber menos calcio, un menor uso de jabón en lavavajillas y lavadoras, y un aclarado del pelo "mejor, menos estropajoso".

De esta forma, habrá "ventajas personales y familiares" y Zaragoza sumará a "ser una ciudad ahorradora del agua" ser también "una ciudad que puede presumir de calidad de agua".

Llegada desde yesa

El agua del embalse de Yesa ha comenzado a entrar esta mañana al cien por cien en la planta potabilizadora de Casablanca, procedente del canal de Bardenas, algo que los ciudadanos comenzarán a notar en los próximos dos o tres días en el caso de los vecinos que viven cerca de la potabilizadora y dentro de una semana en los núcleos más alejados que abastece, como Casetas, Peñaflor, Utebo o La Puebla de Alfindén.

El agua entra en la potabilizadora de Casablanca con un caudal de unos dos hectómetros cúbicos por segundo, tras lo que debe recorrer, después de ser tratada, unos 1.200 kilómetros de tuberías de la red de distribución.

Pérez Anadón ha remarcado que se trata de un "día histórico" gracias a una obra de regulación hidráulica como el embalse de Yesa, y ha recordado que la garantía de recibir de forma permanente el agua del Pirineo tendrá lugar cuando este embalse esté recrecido.

"Es una apuesta en la que nosotros tenemos que ser igual de solidarios con los regantes de Bardenas, igual que ellos lo están siendo en estos momentos con respecto a agua que vamos a consumir", ha apuntado el consejero municipal.

Pérez Anadón se ha referido así al hecho de que el abastecimiento al cien por cien de Yesa es provisional y está condicionado a la disponibilidad del recurso y a las necesidades de la Comunidad General de Regantes del Canal de Bardenas.

El consejero municipal se ha realizado también un reconocimiento al servicio prestado hasta ahora por el Canal Imperial de Aragón como punto de abastecimiento prioritario de la ciudad y que ahora quedará como mecanismo alternativo de abastecimiento.

Según Pérez Anadón, el desarrollo de Zaragoza en los últimos 200 años ha sido posible gracias a la llegada del ferrocarril y del agua del Canal Imperial a la capital. En relación con este último, ha señalado que ahora habrá que pensar en "nuevos usos" para el agua que circula por él, algo que corresponderá decidir a la Junta del Canal. INFRAESTRUCTURAS

La llegada de agua del Pirineo a Zaragoza ha supuesto que la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Ebro (AcuaEbro) concluyera las obras de conducción entre la Acequia de Sora —cerca de Castejón de Valdejasa (Zaragoza)— y el embalse de La Loteta, y la conexión desde La Loteta a Zaragoza, que incluye los depósitos de agua en Casablanca, además de los ramales que suministran a los 50 municipios del entorno.

La tubería principal que une la Acequia de Sora y el embalse de La Loteta y el embalse con el depósito de Casablanca tiene un recorrido de 73 kilómetros e incluye tres depósitos intermedios, en Sora, Fuempudia y Casablanca.

El embalse de La Loteta va a funcionar como sistema de almacenamiento intermedio entre Yesa y Zaragoza, necesario puesto que en determinadas épocas del año el Canal de Bardenas y la Acequia de Sora no se encuentra en servicio por trabajos de limpieza y mantenimiento, por lo que durante esos periodo, para mantener el suministro a Zaragoza, deberá recurrirse al agua almacenada en La Loteta.

Zaragoza debe pagar una tarifa de 0,0913 euros por metro cúbico de agua para hacer frente al pago a la Comunidad de Regantes de Bardenas, al coste del mantenimiento de las instalaciones por parte de AcuaEbro y al Canal Imperial de Aragón por una reserva de agua de 60 hectómetros cúbicos anuales para utilizar en caso de una interrupción del suministro de Yesa.

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