Su principal rasgo es el intenso color rojo de sus hojas, aunque hay variedades blancas, anaranjadas o rosadas. «La ponsetia tiene una flor realmente fea», reconoce Ramon Julià, floricultor especializado en ponsetias, «y es por eso que pinta sus hojas de ese color, para atraer a las abejas y que la polinicen». Requieren estar en invernaderos con calefacción en las épocas de frío y se debe tener mucho cuidado con las condiciones de luz y riego para que estén listas en noviembre.

El clima mediterráneo ayuda a la producción de estas plantas, conocidas también como Pascueros, poinsetias, Nadalas o Flores de Pascua. La buena meterología de los últimos meses han favorecido una buena oferta: «este año las ponsetias que han llegado, y especialmente las del Maresme, son de una gran calidad», afirma Lluís Vilagran, presidente del Gremi de Floristes de Catalunya. Se encuentran a partir de 5 euros, y hasta los 80 euros, las más caras.