La Policía detiene a diez menores acusados de pertenecer a la banda juvenil latina de los "Trinitarios"

Agentes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de llevaron a cabo un Operativo Policial contra un nuevo grupo juvenil de origen latino, que se identifican bajo el nombre de los "Trinitarios". En este dispositivo iniciado el día 22 de junio, han sido detenidos diez jóvenes menores de edad y también se han efectuado actuaciones e informado a la Fiscalía de Menores del Tribunal Superior de Justicia de Asturias de la integración en esta incipiente banda, de cuatro inimputables que no han cumplido aún los 14 años.

Según informó la Policía, los detenidos son, en su mayoría, inmigrantes de segunda generación pertenecientes a varias nacionalidades como colombianos, brasileños, dominicanos, ecuatorianos, venezolanos y hasta se les ha unido un joven ucraniano. Además de los menores inmigrantes forman parte de este grupo,

jóvenes de familias españolas —en concreto hay un chico y cuatro chicas—. Estas últimas se habrían asociado por amistad o por iniciar una relación afectiva con alguno de los integrantes.

La Jefatura Superior de Policía de Asturias siguiendo directrices de la Secretaría de Estado de Seguridad, hace tres años que puso en marcha un plan de choque con el objetivo de evitar la implantación y desarrollo de las bandas juveniles en Asturias, así como el incremento de la delincuencia conexa a los mismas.

En este proyecto preventivo trabajan no sólo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sino también la Judicatura y de forma especial, la Fiscalía de Menores, con la que se han mantenido relaciones permanentes sobre el estado de este fenómeno juvenil y sus posibles manifestaciones o intentos de asociacionismo ilícito

Así, según recordó la Policía, desde que en el año 2007 se detectaran las primeras acciones de jóvenes que trataban de emular las bandas latinas de origen norteamericano hasta la fecha, se han perfeccionado los métodos de trabajo y se ha incrementado los medios y la colaboración entre los agentes sociales y la Policía.

En esta labor de vigilancia constante en las zonas de ocio y de reunión juvenil en Gijón y el mantenimiento de una colaboración estrecha con la Comunidad Educativa, permitió a la Policía Nacional de Gijón detectar, a principios del mes de febrero de este año, un nuevo "grupo de jóvenes menores de edad que empezaban a identificarse bajo el nombre de "Trinitarios".

Igualmente se tuvieron en cuenta distintas denuncias presentadas por padres en la Comisaría en las que daban cuenta de la fuga de sus hijos durante los fines de semana y de su temor a su posible adhesión a un grupo, manifestaciones que alertaban a los investigadores de la creación de una nueva banda que se hallaría en su período formativo. Desde ese momento la investigación se encaminó a la identificación de los miembros de esta asociación y a reunir indicios sobre sus señas de identidad.

En el desarrollo de la investigación se logró averiguar que un menor de nacionalidad dominicana ejercería las funciones de jefe y de líder. El líder era fácilmente identificable, por su actitud con el resto de los componentes, sus dotes de mando y por su carisma para atraer a nuevos integrantes haciendo que se acrecentase el sentimiento de hermandad. Esta labor de captación la efectuaba en las zonas de ocio entre jóvenes inmigrantes y en las inmediaciones de los centros escolares, donde jóvenes autóctonos, fundamentalmente chicas, se aproximaban a ellos por su "aparente popularidad" y la supuesta "emoción" por contravenir las normas.

Tras aceptar ser parte de este grupo comenzaban a reunirse en parques públicos y en una casa abandonada de la zona del Llano. De estas reuniones surgió la adopción de una estética determinada y una simbología propia. Su lema es "D.P.L." (Dios, Patria, Libertad) y su saludo "Amor de patria", Se saludan con los dedos índice, corazón y pulgar extendidos y anular y meñique flexionados en todo caso muestran tres dedos en alusión al número "3", que da origen a su denominación.

Igualmente utilizan como siglas de reconocimiento propio: "3ni", que vendría a ser la palabra trinitarios abreviada, letras que dejan pintadas en los lugares donde se reúnen, en un acto que podría interpretarse como "marcar su territorio" y que empieza a ser visible en lugares de recreo y mobiliario urbano de la ciudad.

En las normas estipuladas aquellos que quieran ingresar en el grupo deben de realizar un juramento, llevar a cabo un rito iniciático y pagar una cuota. También en algunos casos, se les imponía la obligación de pelarse con otros miembros que ya pertenecían a la banda, con el objeto de demostrar su valentía y como prueba de su fuerza y osadía. El enfrentamiento finalizaba cuando lo decidía el líder al entender que estaba el reto superado.

Dentro de la banda, además del líder, denominado "Primera Suprema" existía un "Segunda Suprema" y dos categorías "los miembros juramentados" que han prestado juramento de ser Trinitarios hasta la muerte y los simples "asociados" que se juntan a la banda de forma esporádica y les apoyan en sus iniciativas o reuniones. En Gijón todavía no se habían perfilado con claridad esta diferenciación de adeptos al no haber permitido la Policía Nacional su afianzamiento.

De todos modos, este grupo que se halla en su estado embrionario empezaba a plantearse la violencia como forma de identificación.

Así se obligaba a todos los miembros a llevar navaja y ocultarla en el zapato o en las zonas íntimas.

La investigación determinó que la mayoría de las armas habían sido sustraídas por un miembro de la banda en un bazar chino con la intención de aprovisionar a sus integrantes y estar preparados para defenderse o atacar a miembros de otros grupos con los que surgieran desavenencias o futuros conflictos.

En el período de averiguación y recopilación de información ciertas publicaciones periodísticas pusieron sobre aviso a los Trinitarios quienes cambiaron su modo de vestir amplio y rapero de color verde y dejaron de lucir sus collares de cuentas rojas, blancas y azules. También evitaron reunirse en los mismos lugares y estaban decididos a cambiar el nombre a la banda. De igual forma se deshicieron de las navajas sustraídas, de la documentación y de la normativa donde se recogían las normas internas de la agrupación.

Con todo lo actuado y bajo la certeza de que se estaba ante los inicios de una asociación presuntamente de carácter delictivo, cuyos componentes trataban de imitar a una banda latina, con un alto riesgo de radicalizarse, ejercer dominio sobre ciertos territorios e influencia entre los sectores juveniles de la ciudad, la Comisaría de Gijón culminó la investigación efectuando las detenciones de sus miembros.

Los menores, una vez explorados en presencia de sus progenitores y asistidos por su Letrado, quedaron bajo la custodia de sus padres y tutores, remitiéndose las actuaciones a la Fiscalía de Menores. La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.

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