El escritor Manuel Vicent ha asegurado hoy que el hecho de haber desarrollado su infancia entre las fantasías propias de un niño y la cruda realidad de una guerra ha configurado su "visión feliz y cruel de la vida" y han constituido "el fundamento" de toda su literatura.

Vicent, que protagonizó la tercera y última jornada de la IV Cita internacional de la literatura en español 'Lecciones y Maestros', organizada por la Fundación Santillana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), desgranó las claves de su creación literaria haciendo múltiples referencias a su infancia.

De esta manera, recordó que de niño jugaba en el espacio que un día ocupó el cinematógrafo de un balneario y que en años de la Guerra Civil fue utilizado como quirófano de campaña.

"Los muertos y los héroes, el glamour de las estrellas, la crueldad de la guerra, las alfombras rojas, todas las imágenes fascinantes y ensangrentadas, que hoy nos devoran, estaban ya en el oscuro salón de aquel cinematógrafo en el tiempo de la inocencia", subrayó.

Vicent explicó que en tales circunstancias llegó un momento en el que "ya no lograba distinguir la realidad y la ficción, los fantasmas que pudo crear la máquina de cine en la pantalla y la carnicería real que había sucedido en el patio de butacas".

Después, indicó que en una posguerra "bajo las amenazas morales" desarrolló la imaginación como "un baluarte". "Primero se miente para defenderte, luego para enmascararte, después para complacer al padre o a la autoridad, luego para jugar con uno mismo", y la mentira más tarde deriva "en una creación", siempre que se derriben "todos los puentes de ese castillo de naipes". "Tal vez sea éste el origen de la literatura o de la ficción", opinó el autor de 'Tranvía a la Malvarrosa'.

En este sentido, apuntó que casi todos los materiales de su literatura proceden "de un derribo espiritual" y que "todos están basados en una memoria fermentada por la imaginación y diluida en un tiempo y en un espacio determinados".

Durante su conferencia, Vicent manifestó que en su obra 'Contra Paraíso' está en esencia "todo el material" que a lo largo de los años le ha nutrido "espiritual y literariamente" y que en ella anida lo "fundamental" de su estética. "Debajo de la belleza está la corrupción, debajo de la destrucción renace siempre la belleza", puntualizó.

Además, reconoció que esta obra se sustenta en "un material de derribo muy sensible, de primera mano, altamente inflamable" y que gracias a ella comprobó que "la verdad es más profunda cuanto más sencillas y desnudas son las palabras".