Peligro para los 9.000 coches del campus: la grúa subirá en 2006

Los vehículos mal aparcados reciben, de momento, un aviso. El 70% de los estudiantes lo usan para ir a clase.
La semana pasada comenzaron a colocarse avisos en los coches mal estacionados.
La semana pasada comenzaron a colocarse avisos en los coches mal estacionados.
Duvi
La semana pasada comenzaron a colocarse avisos en los coches mal estacionados.
La tradicional cuesta de enero será todavía mayor para aquellos que dejen el coche mal aparcado en el campus vigués. A partir de 2006, la grúa podrá llevarse los vehículos que obstaculicen el tráfico en As Lagoas-Marcosende, por donde circulan a diario unos 9.000 coches.

Por el momento, la universidad avisa de forma educada a los infractores. Desde la semana pasada, los estudiantes, profesores y trabajadores que dejan su vehículo mal aparcado se encuentran con un aviso en la ventanilla en el que se le recuerda la infracción.

Es la última del plan de regulación del tráfico en el campus aprobado por el Consello de Goberno de la Universidad. Durante todo el mes de diciembre proseguirá esta campaña informativa, pero, a partir de enero, no habrá clemencia.

La Universidad avisará a la Policía Local de forma sistemática cuando los coches  invadan las zonas de aparcamiento para minusválidos y autobuses o impidan una circulación normal.

Los que sean pillados tendrán que pagar  110 euros e ir a recoger su vehículo al depósito de la avenida de Madrid. Las estadísticas certifican la efectividad de las grúas viguesas. En lo que va de año han retirado una media de 39 coches al día de las calles de la ciudad.

17.000 posibles víctimas

Los estudiantes tienen una mayor probabilidad de encontrarse sin coche al salir de clase, ya que son 14.000 de las casi 17.000 personas que integran la comunidad universitaria en Vigo.

Además, sólo el 30% de ellos utilizan el autobús para subir al campus, según los datos de un informe sobre el flujo de tráfico en As Lagoas-Marcosende elaborado el pasado año por el Tribunal de Garantías.

Aparcar en la facultad

El estudio dirigido por el presidente del Tribunal de Garantías, Luis Espada, revela datos curiosos. Uno de cada cinco coches mal aparcados en el campus disponían de una plaza libre en la misma zona de aparcamiento. La explicación a la paradoja es sencilla: los conductores del campus son tan cómodos como los de cualquier ciudad y, por eso, quieren aparcar siempre lo más cerca posible de su lugar de destino. Eso explica también que elijan el transporte privado en lugar del público.

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