La CHN estima que el nivel de los principales ríos desbordados ya ha parado de crecer o se ralentizado

Confía en que la situación se normalice en los próximos días ante la ausencia de previsión de precipitaciones Constata en que la pasada noche se registró la mayor subida de los últimos 15 años

Confía en que la situación se normalice en los próximos días ante la ausencia de previsión de precipitacionesConstata en que la pasada noche se registró la mayor subida de los últimos 15 años

La Confederación Hidrográfica del Norte realizó hoy una "halagüeña" previsión para las próximas horas en cuanto a la situación de las ocho principales cuencas fluviales desbordadas en estos momentos en Asturias: las del Nalón, el Ayer, el Sella, el Noreña, el Piloña, el Nora, el Noreña y el Deva, todos de la zona centro y oriente de Asturias. Según las estimaciones, todos ellos han llegado a su nivel máximo de crecida o han ralentizado el proceso, y espera que en las próximas horas empiecen a descender.

Así lo anunció el presidente de la Confederación, Jorge Marquínez, en una rueda de prensa dedicada a la analizar la situación de los principales ríos asturianos desbordados en la última noche.

Según Marquínez, se cumplieron las peores previsiones de la Confederación, muy especialmente a primeras horas de la mañana, cuando todas las estaciones registraron "la mayor crecida de los 15 años en que llevan funcionando". A modo de ejemplo, destacaron la situación en Grullos, pertenenciente al Nalón, que alcanzó los 7,16 metros de crecida, cuando el nivel de alerta se situaba en los seis metros. Señaló que en este caso se calcula que están bajando unos 1.000 metros cúbicos por segundo cuando, a modo decomparación, cifró en unos 50 metros cúbicos por segundo el flujo de verano en este río.

Así, prácticamente casi todas las estaciones en estos momentos han sobrepasado sus niveles de alerta, si bien, Marquínez incidió en que se espera que los niveles comiencen a descender en las próximas horas, ante el anuncio meteorológico del fin de las precipitaciones y las tendencias hacia niveles horizontales en las curvas de crecida.

Marquínez explicó que "en algunos ríos se comienza a notar una parada ya en los incrementos de caudal, como en el Ayer, donde en las últimas horas los niveles se estabilizaron, y en el Piloña o en el Sella, donde comenzó a reducirse la tasa de incremento".

El presidente de la CHN confirmó que en el occidente ya no existen mayores problemas y que el problema principal se concentra en estos ríos mencionados, y en otros menores de la cuenca del Nalón. "Estos niveles que sobrepasan los umbrales de alerta que tenemos marcados se produjeron en la noche y en lo que va de mañana", señaló, "y los desbordamientos están dando lugar ya a numerosos problemas en todas estas cuencas".

No obstante, preguntado por los periodistas, el organismo confía en que "la situación vuelva a la normalidad en cuestión de días". A modo de ejemplo, comentó la situación del EO, que el 10 y el 11 de junio registró una subida de 0,50 a 3,50 metros, y en estos momentos está ya cerca de la medida inicial otra vez.

En lo referente a las presas, se refirió a las de Tanes y La Barca. En la primera "se está soltando el agua que le llega, una cantidad importante, que se irá reduciéndose, y dado que no tiene capacidad de laminación el sistema no ayudará a frenar la venida". En el caso de La Barca, "la presa sí está ayudando porque, de momento, no ha soltado, lo que es una buena noticia para el Narcea y para el Bajo Nalón, y confíamos en que pueda aguantar sin desaguar caudales importantes".

Liberar las zonas de crecida

El presidente de la CHN incidió en la importancia de "tener libre las zonas de credida de los ríos" como "mejor medida". Preguntado por los periodistas si habría sido posible adelantarse a los acontecimientos para evitar los problemas ocasionados, Marquínez afirmó: "nos hemos adelantado". "Esta información ya la conocíamos, hicimos ayer una previsión que ha resultado acertada. Lo mejor es tener buena información y tener ríos capaces para desalojar, tener libre la zona de crecida es la mejor medida". "Nosotros no disponemos una red de embalses que puedan laminar, pues los ríos cantábricos no pueden tener estas instalaciones, por lo que lo que tenemos que hacer es una buena gestión", añadió.

Eso sí, señaló que "cuando llueve muchísimo, las limpiezas de cauces no arreglan estas crecidas, que tienen una magnitud que poco tiene que ver con las pequeñas aportaciones puntuales de mantenimiento".

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