A lo largo de 2009, los Servicios Oficiales Farmacéuticos de la Junta realizaron 3.751 visitas en Castilla y León, de las cuales 341 se llevaron a cabo en Ávila. En estas inspecciones se efectuaron 6.219 controles analíticos, 858 en las piscinas abulenses, y se instruyeron quince expedientes sancionadores, ninguno de ellos en Ávila.

El objetivo es minimizar los posibles riesgos que pueden causar en la salud aguas que se encuentren en mal estado y los controles se centran en la desinfección de las instalaciones para impedir la proliferación de gérmenes ligados a procesos de gastroenteritis e infecciones oculares o de la piel.

Antes de la apertura de las instalaciones al público, la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, dependiente de la Consejería de Sanidad, realiza al menos dos visitas. La primera de ellas se realiza antes de que comience a llenarse el vaso para verificar las condiciones estructurales de la piscina y los anejos; y la segunda, antes de la apertura a los usuarios para comprobar las características higiénico-sanitarias, la calidad del agua y de los productos utilizados para el tratamiento, las obligaciones del personal responsable del mantenimiento, la acreditación de los socorristas y la dotación de medicamentos y material sanitario para la prestación de primeros auxilios.

Además, durante toda la temporada se tomarán muestras periódicas para controlar la calidad del agua y las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones.