La escenografía del espectacular accidente tuvo lugar ayer en la dársena de A Laxe del puerto de Vigo y para este ejercicio se utilizaron varias innovaciones tecnológicas en materia de lucha contra la contaminación marina. La más llamativa fue una barrera hinchable de contención de once metros que desplegaron por todo el muelle con la ayuda de una embarcación especial para este tipo de derrames.

«Prevenir con medios es ahorrar en desastres», aseguró José Manuel García Vázquez, director general de Segem, la única empresa homologada por el Ministerio de Fomento para prestar el servicio de limpiezas de vertidos en Vigo, aunque sus equipos no podrían hacer frente a un caso de derrame tóxico en aguas atlánticas, como sucedió con el petrolero Prestige.

No obstante, García Váz-quez destacó que esta nueva tecnología permitirá evitar «entre 30 y 40 casos al año» de vertidos que se producen dentro de las zonas portuarias.