En declaraciones a los medios de comunicación previas a impartir la conferencia 'Sensatez y optimismo en época de crisis', organizada por el Aula Abierta de la Universidad San Jorge, en Ibercaja Patio de la Infanta, Abadía indicó que "el 16 de junio habrá decreto, el 18 de junio hay Consejo de Ministros, y en esos dos días habrá gritos, por lo que se aprobará la reforma con algún cambio para hacer caso al que más chille".

A su entender, esa reforma, "la que sea, sólo se puede juzgar si es buena o mala desde el punto de vista de si ayuda a crear empleo o no ayuda" y agregó que "en este país sólo hay un problema, los 4.612.000 parados; si la reforma laboral ayuda a rebajar la cifra hasta los 4.200.000 bendita sea, si no sirve para eso, hemos perdido el tiempo".

Así, apuntó que "esa reforma traerá consigo, seguro, un despido más barato, disfrazado de una manera o de otra; lo que salga seguro que va en la dirección de abaratar el despido, pero, si sirve para crear más puestos de trabajo, bendita sea", insistió.

Abadía señaló que en su conferencia compara "lo que le pasa a un Gobierno con lo que le pasa a una familia", de forma que "si ingresas 100 y gastas 80 vas muy bien, si ingresas 100 y gastas 110 no tanto, y si ingresas 100 y gastas 700 vas fatal".

En este último caso, expuso, "tienes que aumentar los ingresos y bajar los gastos", circunstancia que "traducida al Gobierno quiere decir que nos subirán los impuestos y nos pegarán todos los tajos necesarios en pensiones y en funcionarios".

Lo que tenía que pasar

Leopoldo Abadía manifestó que "está ocurriendo quizá lo que sabíamos que tenía que pasar porque si gastamos mucho más de lo que ingresamos, al final, algo hay que hacer y, por supuesto, habrá aumento de impuestos y recortes", sostuvo, para añadir que en esta crisis "lo menos importante es lo económico, porque se trata de una crisis de decencia, de falta de vergüenza".

Por ello, Abadía reconoció estar a favor de la frase 'que la crisis la paguen los que la crearon', pero puntualizó que la huelga general del sector público que se celebra hoy "no va a servir para nada".

"No me parece bien que bajen el sueldo de los funcionarios, pero hay que hacerlo porque no hay otro remedio; todas estas huelgas están muy bien, pero no servirán para nada y, además, no deberían servir para nada" porque "si el Gobierno se echa para atrás, está actuando mal", afirmó.

Sobre las medidas presentadas por el Ejecutivo central para reducir el déficit, Abadía indicó que el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, las ha presentado porque "se lo han ordenado desde fuera".

Al respecto, comentó que la canciller alemana, Ángela Merkel, "manda mucho", a lo que hay que sumar que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "llamó por teléfono por la mañana, el primer ministro chino llamó por la tarde" y, al día siguiente, Rodríguez Zapatero dijo "'se me ha ocurrido rebajar'", de forma que como señala el periodista Enric Juliana "estamos intervenidos; es verdad".

En este sentido, añadió que "las medidas son suyas como podrían haber sido mías, son del que ha cogido el teléfono y ha dicho, 'si señor'" y advirtió de que "Zapatero había dicho hace mes y medio que íbamos a reducir el gasto público en 55.000 millones de euros en tres años, este recorte supone 15.000 en dos años, así que faltan 40.000 millones todavía".

Según Abadía, "durante muchos años hemos vivido en un sistema engrasado por los bancos y, cuando han empezado a no engrasar, han venido los problemas" y puso como ejemplo que la Generalitat de Cataluña "ha retrasado el pago de las nominas porque todos los meses las pagaba con un crédito y no se lo han dado".

Sobre el título de su último libro, 'La hora de los sensatos', indicó que este año ha impartido más de 400 conferencias y, en ellas, "todas las preguntas son muy sensatas, nadie dice tonterías, así que los de la calle son sensatos y los que aparecen en el periódico parecen todos una panda de insensatos; es la hora de la gente normal, de la gente de la calle, que entiende lo que pasa", concluyó.